Malas noticias para su bolsillo… El Tribunal de Cuentas advierte de un aumento masivo de las facturas de la luz en los próximos años. En cuestión, el método de financiación de las redes que podría hacer que los precios se disparen 10 €/MWh en 2030. Descubra por qué es probable que su factura aumente y qué se esconde detrás de este controvertido “peaje” de la electricidad…
Mientras los precios de la energía se disparan, un nuevo informe del Tribunal de Cuentas hace sonar la alarma sobre el método de financiación de las redes eléctricas francesas. Este último, descrito como “peaje eléctrico”, corre el riesgo de aumentar significativamente las facturas de los consumidores en la próxima década. Una píldora difícil de tragar para los hogares que ya están estrangulados por una inflación galopante…
Un polémico “peaje eléctrico”
El famoso “peaje eléctrico” señalado por los magistrados de la calle Cambon no es otro que la Tarifa por el Uso de las Redes Públicas de Electricidad (TURPE). Este último permite remunerar a los gestores de redes, en particular RTE para alta y muy alta tensión, Enedis para media y baja tensión, así como algunas empresas de distribución locales.
En definitiva, se trata de un impuesto que grava cada megavatio hora que pasa por las redes para transportar electricidad desde las centrales hasta los consumidores finales. Un “peaje” esencial para el buen funcionamiento y mantenimiento de las infraestructuras, pero cuyo método de cálculo es considerado opaco e inflacionario por el Tribunal de Cuentas.
Un método de financiación considerado “demasiado favorable” para los operadores
Según el informe, TURPE sería demasiado generosa con RTE y Enedis. El Tribunal estima que cada uno de estos últimos se benefició de un “beneficio financiero de casi 500 millones de euros” entre 2017 y 2023, en particular debido a una sobrevaloración del riesgo vinculado a sus inversiones.
Un alquiler coyuntural que se traduciría en precios excesivos para los usuarios. Por tanto, los Sabios de la calle Cambon recomiendan revisar el texto sobre el método de remuneración de los gestores de redes, así como su política de distribución de dividendos, para contener el aumento del TURPE.
Necesidades de inversión colosales en redes
El problema es que RTE y Enedis enfrentan enormes necesidades de inversión para modernizar y adaptar sus infraestructuras a los nuevos desafíos energéticos. El desarrollo de las energías renovables, la electrificación de usos o incluso el crecimiento de las estaciones de carga requieren un trabajo duro.
Por tanto, RTE cuenta con un presupuesto de 100 mil millones de euros hasta 2040, mientras que Enedis tendrá que gastar nada menos que 96 mil millones durante el mismo período. Cantidades enormes que, en última instancia, tendrán que repercutirse en la factura de los consumidores a través del famoso “peaje”.
Un riesgo de sobredimensionamiento temporal de las redes
Para empeorar las cosas, el Tribunal de Cuentas advierte de un posible sobredimensionamiento de las redes en los próximos años. De hecho, RTE y Enedis prevén un fuerte crecimiento del consumo de electricidad para calibrar sus inversiones.
Sin embargo, este último se encuentra actualmente a media asta, debido en particular a los esfuerzos hacia la sobriedad y la eficiencia energética realizados por los hogares y las empresas. Una brecha que plantea el riesgo de tener, temporalmente, redes sobredimensionadas y, por tanto, más caras de lo necesario.
Los precios de las redes podrían dispararse un 21% hasta 2030
En definitiva, el Tribunal de Cuentas estima que el TURPE podría aumentar 10 euros por megavatio hora entre 2023 y 2030, ¡un aumento del 21% durante el período! Un shock de precios que se sumaría al aumento de los precios de la electricidad en los mercados mayoristas.
Una evolución difícil de sostener para el poder adquisitivo de los hogares, que ya se ha puesto a prueba en los últimos meses. Por lo tanto, el gobierno está más presionado que nunca para reformar fundamentalmente el método de financiación de las redes eléctricas francesas.
Un dolor de cabeza para el gobierno
Pero el ejecutivo anda con pies de plomo en esta cuestión tan delicada. Porque si es imperativo contener el aumento de las facturas para preservar las carteras de los franceses, es igualmente crucial dar a los gestores de redes los medios para invertir masivamente para tener éxito en la transición energética.
Un dilema difícil que requerirá mucho tacto y pedagogía por parte del gobierno. Estos últimos tendrán que arbitrar cuidadosamente entre la protección del poder adquisitivo y la modernización de nuestro sistema eléctrico, dos prioridades difíciles de conciliar a corto plazo.
¿Hacia una revisión global de los precios de la electricidad?
Más allá del espinoso tema del TURPE, toda la arquitectura tarifaria eléctrica merece ser repensada en profundidad según ciertos expertos. El objetivo sería hacerlo más legible, más alentador y mejor adaptado a los nuevos modos de producción y consumo.
Algunos abogan, en particular, por una fijación de precios más dinámica, que varíe en función de la tensión en la red. Otros abogan por un sistema basado más en el borrado o el almacenamiento para optimizar los usos. Hay tantas vías que requerirán un amplio debate público y decisiones políticas firmes en los próximos años.
Los consumidores en primera línea
Mientras tanto, los consumidores corren el riesgo de beber, atrapados entre el aumento vertiginoso de los precios de la energía y el inevitable aumento del “peaje de la electricidad”. Un cóctel explosivo que requerirá un mayor apoyo a los hogares más vulnerables para evitar una explosión de la pobreza energética.
Queda por ver si el gobierno podrá encontrar las palancas adecuadas para conciliar la justicia social y el imperativo de transformar nuestro modelo energético. Una ecuación con varias incógnitas que ya se perfila como uno de los grandes retos del próximo quinquenio.
para ir más lejos
Si este tema te interesa no dudes en consultar el informe completo del Tribunal de Cuentas que detalla con gran precisión los problemas y dificultades del método actual de financiación de las redes eléctricas francesas.
También puedes seguir noticias del sector energético que promete ser particularmente rico en los próximos meses y años, y se esperan numerosas reformas para intentar conciliar la transición energética, la soberanía y el poder adquisitivo.
Una cosa es segura: ¡la cuestión del precio justo de la electricidad y su forma de financiación estará durante mucho tiempo en el centro de los debates políticos y sociales! Un expediente a seguir muy de cerca por tanto…
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