Como una bola de fuego en la planta baja del centro de salud Grand-parc en Hérouville-Saint-Clair, cerca de Caen. El jueves 12 de noviembre, temprano en la noche, un automóvil chocó intencionalmente contra el edificio. A continuación, los ocupantes le prendieron fuego. No hubo víctimas pero el desastre devastó el local a pesar de la rápida intervención de los bomberos. “Llegué por la mañana, vi el auto frente al centro de salud”, dice una persona familiarizada con el lugar, asustada, advertida de las cancelaciones seriales de citas.
Desde entonces, el edificio ha estado protegido por una valla temporal. La planta baja albergaba a varios especialistas: cardiólogos, fisioterapeutas, audioprotesistas e incluso podólogos. “Decir que ya no es fácil pedir cita con un especialista…”, se quejan los habituales ante la magnitud de los daños. La restauración tardará “al menos seis meses”, calcula Rodolphe Thomas, alcalde de la ciudad. En el nivel superior del edificio todavía hay una ligera mejora: la centralita de los médicos generales debería poder volver a funcionar la próxima semana. La ciudad realoja a tres fisioterapeutas a la espera de soluciones para otros profesionales.
“A primera vista no hubo ningún robo”, señaló un empleado. ¿Por qué entonces atacar un centro de salud con “métodos matones”, como se les llama en Hérouville? “Es incomprensión y enojo. Estamos ante una delincuencia criminal que se siente todopoderosa porque cree que puede actuar con impunidad”, afirma el alcalde en tono serio. El coche arrojado contra el poste y luego quemado habría sido robado en la región de París. El concejal habla de “gente de paso” por la ciudad. El motivo de los perpetradores sigue siendo enigmático. “En este sector habíamos observado recientemente agrupaciones de personas que habían sido denunciadas. Pero no podemos vigilar a todas horas”, admite Rodolphe Thomas.
El distrito Grand-parc es una zona bastante tranquila de Hérouville-Saint-Clair. Escena, sin embargo, de una redada antidrogas en febrero de 2020 (nueve detenciones). Es imposible, en este momento, vincular el ataque de embestida con este tipo de tráfico. El alcalde menciona “un efecto colateral de esta situación con agrupaciones en torno al Centro de Salud”. Y lo subraya con un mensaje más político: “En Hérouville-Saint-Clair, luchamos contra la delincuencia y la trata. Estamos haciendo prevención pero la Justicia no está a la altura. Por eso el crimen parece todopoderoso”. Los habitantes afectados por la catástrofe comparten este asombro. Las respuestas a sus preguntas quedan suspendidas de la investigación en curso, a la espera de la reanudación de la actividad de una veintena de profesionales sanitarios del centro.
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