Las pensiones básicas aumentarán un 2,2% a partir del 1 de enero, informó el martes el Ministerio de Economía. Esta tasa, alineada con la inflación, se aplica a falta de aprobación del presupuesto de la Seguridad Social.
Así, los jubilados franceses verán aumentar sus pensiones básicas un 2,2% a partir del 1 de enero de 2025, tras una revisión del proyecto de presupuesto de la Seguridad Social. Este aumento, muy superior a las expectativas iniciales, se debe a la censura del gobierno de Michel Barnier. Este cambio marca un punto de inflexión en la gestión de las finanzas públicas, particularmente en términos de pensiones, y supone un alivio para los jubilados.
Este aumento de las pensiones se produce tras un importante giro de la situación política. El Gobierno de Michel Barnier había previsto inicialmente limitar el aumento de las pensiones al 0,8% en enero de 2025, en aras del ahorro presupuestario. Esta medida formaba parte de un proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social destinado a controlar el gasto público, pero la moción de censura que golpeó a Barnier puso fin a esta estrategia.
Como la aprobación del presupuesto no había sido validada, el gobierno tuvo que adaptarse a las normas vigentes, que imponen la indexación de las pensiones en función de la inflación observada. Como resultado, la revalorización de las pensiones asciende al 2,2%, cifra correspondiente a la inflación media del año 2024. Este aumento se hará efectivo a partir de enero, pero los jubilados no lo percibirán hasta febrero de 2025.
Una medida favorable a los jubilados
Este aumento del 2,2% representa un verdadero soplo de aire fresco para los jubilados, en particular para aquellos con pensiones más modestas. De media, cada jubilado verá incrementada su pensión en 18 euros. Esta revalorización supone un alivio ante las subidas de precios que marcaron el año 2024 y que afectaron a los presupuestos de los hogares, especialmente de los jubilados.
El gobierno anterior, liderado por Barnier, se planteó retrasar esta revalorización, una decisión que habría impactado negativamente a los jubilados. Sin embargo, el reajuste se produjo inmediatamente, siguiendo las expectativas de sindicatos y asociaciones de jubilados que habían protestado enérgicamente contra el proyecto inicial. Esta revaluación, aunque bienvenida para los jubilados, abre el camino a preguntas sobre futuros ajustes y los compromisos necesarios entre apoyo social y restricciones presupuestarias.
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