PRIME VIDEO – BAJO DEMANDA – SERIE
¿Cómo podemos explicar el éxito actual de los sicarios de ficción? Actores como Michael Fassbender en El asesinoDonald Glover y Maya Erskine bailan Sr. y Sra. Smitho incluso Glen Powell en sicario se han distinguido explorando este tema a través de diversos formatos, ya sea en películas o series. La atracción del público hacia estos profesionales encargados de eliminar objetivos desconocidos parece surgir del interés en organizar y llevar a cabo un asesinato.
Quizás esta locura también se base en un extraño consuelo moral que proporcionan estas transacciones económicas, donde el poder de trabajo del asesino se cambia por una suma proporcional al peligro que representa la víctima para el cliente. Cabe señalar que esto no es más (ni menos) impactante que la fabricación y distribución de productos perjudiciales para la salud, como los cigarrillos o las bombas de racimo.
Depredador y presa
Por eso estamos felices de pasar diez horas en compañía del Chacal, un brillante representante de esta profesión. Aquí, el objetivo no es llevar la lógica del asesinato a su clímax (como hace David Fincher en El asesino) ni deconstruir el mito del asesino (como hace Richard Linklater en sicario), sino para volver a las raíces, a una época en la que el asesino era a la vez depredador y presa, una amenaza al orden público y un agente de poderes ocultos.
El éxito de El día del chacal No reside tanto en la violencia espectacular de sus momentos fuertes como en la eficacia de una pieza central que la mayoría de directores y actores que abordan el tema echan de menos: hacer del asesino un ser humano cuyo destino personal acaba siendo más cautivador que el éxito. de sus empresas criminales. Eddie Redmayne estuvo a la altura de este desafío.
Los créditos de la serie afirman estar inspirados en la novela de Frederick Forsyth de 1971, adaptada al cine dos años después por Fred Zinnemann, pero parecen ignorar la dimensión histórica de estas obras que narraban un intento de asesinato de Charles de Gaulle, perpetrado por un británico. reclutado por la OEA. Esta vez descubrimos al Chacal (Redmayne) en el siglo XXI.mi siglo, activo en Alemania, donde debe eliminar a un político de derecha, o de extrema derecha, lo que sea. Lo que importa para la trama es que Bianca Pullman (Lashana Lynch), una agente de élite del contraespionaje británico, entiende que el rifle utilizado procedía de un fabricante de armas unionista de Belfast, lo que implica que el asunto también cae dentro de los servicios de Su Excelencia. Majestad.
Al analizar la fascinación duradera por los sicarios en pantalla, es interesante observar cómo este tema revela aspectos más amplios de nuestra sociedad moderna. Ilustra nuestra cultura contemporánea, donde la moralidad a veces puede parecer vaga, al tiempo que sirve como espejo de nuestros propios dilemas éticos. El éxito de las historias que presentan a estos personajes demuestra la necesidad de explorar los límites morales, al tiempo que nos empuja a cuestionar nuestra relación con la violencia, la ley y la justicia. Estas historias, aunque ficticias, nos confrontan con honestidades incómodas y provocan una reflexión crucial sobre la humanidad en todas sus formas.
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