Reportaje
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Desde el jueves 28 de noviembre, los profesores del instituto Georges-Brassens (Essonne) están en huelga. Denunciando el “desprecio” del Estado y las condiciones “vergonzosas” de trabajo y aprendizaje, exigen recursos humanos y financieros, así como la renovación de los edificios.
El timbre del establecimiento da la señal: son alrededor de las 9:30 horas y, al son de Amigos primero, Varios cientos de estudiantes ingresan corriendo al liceo general Georges-Brassens, en Évry-Courcouronnes (Essonne). Pero, apenas diez minutos después, muchos de ellos salieron: esta mañana del martes 3 de diciembre, la mayoría de sus docentes acababan de votar por su cuarto día consecutivo de huelga. “Los medios primero”, ¿Podemos leer en uno de los muchos carteles colgados en la fachada del edificio, que irónicamente está al lado de un cartel oficial? “Aquí la región ha invertido 4,2 millones de euros en su instituto”.
“Llevamos años advirtiendo sobre la situación extremadamente degradada en nuestro establecimiento, que continúa empeorando. Mientras simplemente pedimos condiciones laborales normales, las instituciones no abordan el problema. No puede seguir así”. Nos explica, bajo condición de anonimato, un docente que está movilizado desde el primer día de este movimiento social, que comenzó el 28 de noviembre. La víspera, el director de este instituto público -el cuarto que ocupa este cargo en dos años- había dimitido de su cargo, apenas dos meses después de haber asumido su cargo. El 5 de noviembre, tras un bloqueo estudiantil, cinco carteles que lo representaban con las palabras «Se busca: vivo o muerto» (“Se busca: vivo o muerto”) había sido descubierto cerca del establecimiento. que disfrute
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