Un año y medio después de dejar el OL, Jean-Michel Aulas está ahora cerca del Éveil de Lyon, un club amateur en el que juegan los hijos de su nuevo socio. Y el dirigente de 75 años, número dos en la lista de Philippe Diallo para la presidencia de la FFF, invierte cada semana en la estructura deportiva con sede en Villeurbanne.
Nunca está lejos de un rectángulo verde. Un año y medio después de dejar la presidencia del OL, para pasarla al estadounidense John Textor, Jean-Michel Aulas sigue implicado en el fútbol de su región. Ahora a nivel amateur. El dirigente de 75 años lo confió a Ouest-France, durante su visita a Rennes el pasado viernes como número dos en la lista de Philippe Diallo para la presidencia de la Federación Francesa de Fútbol (las votaciones se realizarán los días 10 y 11 de diciembre).
El antiguo jefe de Les Gones rehizo recientemente su vida con “una mujer más joven”, que tiene dos hijos, de 10 y 14 años, y una hija de 12 años. “Los considero mi responsabilidad”, especifica JMA. Los tres niños juegan al fútbol en el Éveil de Lyon, un club creado en 1911 y con sede en Villeurbanne, que se presenta como “el mayor de la región de Auvernia Ródano-Alpes en términos de número de licenciatarios”.
“Voy allí todos los sábados por la mañana”
Cada fin de semana, Jean-Michel Aulas viene a animarles desde la barrera. Y aprovecha para involucrarse personalmente con la estructura deportiva. “Soy un instigador, un guía y participo en la vida del club”, confiesa el ex vicepresidente de la FFF. “Paso allí todos los sábados por la mañana, ya sea con los voluntarios en el bar, con los educadores o con el presidente. Estoy loco por el fútbol amateur. Esto me permite redescubrir este fútbol, un poco en el espíritu de OL cuando llegué a 1987, cuando el fútbol profesional estaba mucho menos desarrollado”.
Después de haber sido presidente del Olympique Lyonnais durante treinta y seis años, siete veces ganador de la Ligue 1 y semifinalista de la Liga de Campeones, Aulas no es un suegro como los demás. La gente lo reconoce y pregunta por él cuando llega a Villeurbanne. Afable y curioso, el empresario aprovechó la oportunidad para construir rápidamente una red local sólida: “Estoy en contacto directo con los educadores, el presidente, los voluntarios… L’Éveil de Lyon todavía tiene 1.200 miembros. Y esto me permite conocer el fútbol amateur desde una perspectiva operativa, lo cual no fue el caso”.
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