Tras los vertiginosos aumentos de 2022, la factura del gas finalmente se reducirá para muchos hogares francófonos a partir del próximo año. Los proveedores anuncian reducciones importantes. Para una familia de Neuchâtel que viva en una casa, esto supondrá un ahorro de unos 700 francos al año.
Según los proveedores, la tendencia a la baja debería continuar con el tiempo. Los aranceles aplicados en 2025 podrían permanecer estables en los próximos años, a pesar de las incertidumbres geopolíticas. “Observamos un mercado más tranquilo, con precios estabilizados”, confirmó el lunes Laurent Vonmoos, director de energía y productos de Viteos, en La Matinale de la RTS.
Es además esta estabilización la que permite a varios proveedores anunciar reducciones notables de precios. El Grupo E, por ejemplo, prevé una reducción del 17%, mientras que Viteos promete un 22% menos de facturas, lo que afectará a unos 10.000 hogares de Neuchâtel.
El efecto del gas natural licuado.
Esta relajación del mercado se explica en parte por una diversificación de las fuentes de suministro. Suiza ahora importa una proporción cada vez mayor de gas natural licuado (GNL), transportado en buques metaneros desde países occidentales menos expuestos a tensiones geopolíticas. Aunque más caro que el gas transportado por gasoductos, el GNL ofrece una alternativa más estable en un contexto internacional aún incierto.
Sin embargo, este umbral de estabilidad alcanzado en el mercado va acompañado de nuevas realidades económicas. “Estamos en un nivel permanentemente estable, pero los precios siguen siendo superiores a los observados antes de la crisis”, matiza Laurent Vonmoos.
A pesar de la estabilización, varias variables aún podrían influir en los precios en los próximos años. El clima, por ejemplo, juega un papel clave: un invierno suave, como el del año pasado, reduce la demanda de gas y contribuye a la relajación del mercado. Por el contrario, un invierno duro podría hacer subir los precios nuevamente.
Deborah Sohlbank/Ensayo
Canada
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