Se alza con orgullo en el corazón de este pueblo del Mosela desde hace casi tres siglos. La iglesia de Saint-Epvre salió ilesa de las grandes guerras. Sin embargo, detrás de las vidrieras, hay otro enemigo, mucho más pequeño, que está devorando el edificio desde el interior: la podredumbre seca, un hongo invasor. “Descubrimos que todo había ido cuesta abajo. Las vigas se habían comido. Habríamos esperado unos meses y todo se habría venido abajo.” Stéphane Nicolas, alcalde (SE) de Sailly-Achâtel
Nuestra iglesia, nuestra herencia, nuestra batalla.
Descubierto por casualidad el año pasado, el hongo ataca la estructura, pero también la mampostería. Pone en peligro las diez pinturas clasificadas. Coste total de la obra: ochenta mil euros. Es demasiado para este pequeño pueblo de trescientos habitantes. Por eso, el alcalde lanzó una convocatoria de donaciones a través de la Fundación Heritage. Participaron una decena de vecinos, entre ellos Alain Herbiet, que asiste a la iglesia desde pequeño. “Ella sigue siendo muy hermosa. Y luego, si nadie hace algo, se arruinará y no queremos eso. ¡Es nuestra herencia, es nuestra iglesia!” Alain Herbiet – Donante
Un gran presupuesto para un pequeño pueblo.
Hasta el momento se han recaudado cuatro mil euros. Y a pesar de otras subvenciones, menos de treinta mil euros quedan a cargo del ayuntamiento. “Nuestra capacidad de ahorro oscilaba entre cinco y quince mil euros al año. Ya debes ahorrar durante tres o cuatro años y no hacer nada más durante este período. Lo cual es inconcebible.” Stéphane Nicolas, alcalde (SE) de Sailly-Achâtel
A la espera de otras donaciones, los trabajos avanzan lentamente y se espera una reapertura en poco menos de un año.
La iglesia protestante renace tras 20 años de abandono
A unos treinta kilómetros de distancia, esta iglesia protestante también debería reabrir sus puertas el próximo año, después de 20 años de cierre.
La lotería del patrimonio, ayuda a la renovación
La monumental obra fue posible gracias a una donación excepcional, la de la lotería del patrimonio. Ciento ochenta mil euros invertidos en la renovación de las piedras exteriores. “Estamos en el proceso de renovación de las juntas de la iglesia. Las viejas hechas con cemento las sacamos para rehacerlas con cal, porque el cemento ataca la piedra.” Julien Devaut, jefe de equipo de “Le Bras Frère”
Detrás de la piedra se esconde una nave abandonada. Sólo las paredes siguen en pie. Pero dentro de unos meses la iglesia quedará irreconocible. “Será una sala de espectáculos. Acomodaremos a unas trescientas personas” Karine Glatiny, responsable del proyecto “Pequeña ciudad del mañana” Ciudad de Morhange
En total se invertirán dos millones de euros para renovar el monumento. En Francia, entre tres mil y cinco mil iglesias siguen amenazadas de destrucción de aquí a 2030.
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