Tomado de Courrier internacional. Pie de foto: Una mujer leyendo la edición en inglés del diario israelí Ha’Aretz, en Jerusalén en 2013. Foto: Ahmed Gharabli/AFP.
El gobierno israelí aprobó una decisión el 24 de noviembre que prohíbe a los funcionarios y organizaciones gubernamentales tener contacto con el diario Ha’Aretz y colocar anuncios allí.
Un intento de “silenciar a un periódico crítico e independiente”, advierte Ha’Aretz, muy hostil al primer ministro Benjamín Netanyahu y a su gabinete, considerado el más derechista de la historia del Estado hebreo.
El Gobierno justifica su decisión, adoptada en el Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, por los “numerosos editoriales que han socavado la legitimidad del Estado de Israel y su derecho a la autodefensa, ”, explica el ejecutivo.
“Luchadores por la libertad”
Una reacción, sobre todo, a los comentarios del editor de Ha’Aretz, Amos Schoken, que, según él, “apoya el terrorismo y pide la imposición de sanciones al gobierno”. Durante una conferencia celebrada en Londres el 27 de octubre, Schoken declaró en particular que el gobierno de Netanyahu estaba luchando contra “los luchadores por la libertad palestinos, a quienes Israel describe como terroristas”.
Estos comentarios provocaron protestas, y algunos los consideraron una legitimación de Hamás y los ataques del 7 de octubre. Lo suficiente como para empujar al editor de Ha’Aretz a aclararlas explicando que se refería a los palestinos de Cisjordania y afirmando que “el uso del terror no es legítimo. En cuanto a Hamás, no es un luchador por la libertad”.
Incluso después de esta aclaración, el periódico publicó un editorial el 4 de noviembre para distanciarse un poco de estos comentarios.
“’Ha’Aretz’ no dará marcha atrás”
El periódico reaccionó a la decisión del gobierno de Netanyahu, no incluida en la agenda y tomada “sin ningún control legal”.
“La resolución oportunista de boicotear Ha’Aretz […] marca un nuevo paso en el camino de Netanyahu hacia el desmantelamiento de la democracia israelí. Al igual que sus amigos Putin, Erdogan y Orban, Netanyahu está intentando silenciar a un periódico crítico e independiente”.
Y asegurar: “Ha’Aretz no retrocederá y no se transformará en un folleto gubernamental que publique mensajes aprobados por el gobierno y su líder”.
Fundado en 1919, este periódico, que es el diario israelí más antiguo que existe, ha estado durante mucho tiempo en la mira del gobierno.
Ha’Aretz ha publicado numerosas investigaciones sobre los abusos de la guerra en Gaza y se ha posicionado a favor de un alto el fuego para la liberación de los últimos rehenes aún retenidos en el enclave palestino.
Y desde hace varias semanas sigue especialmente los casos de documentos desclasificados que afectan al entorno muy cercano de Benjamín Netanyahu.
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