La coalición Sortons le gaz se complace en observar que, aprovechando la COP 29, el gobierno de Quebec finalmente ha pasado de las palabras a la acción para eliminar el gas fósil del sector de la construcción nuevo y existente para 2040. combustibles en todos nuestros edificios, el gobierno está enviando una fuerte señal a los mercados, a la población de Quebec y a todo el planeta. Sin embargo, la coalición señala que el Gobierno sigue estancado en los escollos de la energía dual y el gas renovable (GSR).
Esta importante victoria para el medio ambiente demuestra una vez más la fuerza de la movilización de la sociedad civil quebequense y el compromiso creciente de los municipios a favor de eliminar el gas de nuestros edificios. La era de los fósiles ya quedó atrás”, dice Andréanne Brazeau, analista senior de políticas de la Fundación David Suzuki.
“El anuncio de hoy es de vital importancia y marca un compromiso decidido del Gobierno para descarbonizar el sector de la construcción. Sin embargo, tendremos que estar atentos para que el recurso al GSR no se convierta en una muleta para seguir suministrando gas fósil a la red”, señala Charles-Edouard Têtu, analista de política climática y energética de Équiterre.
A través de su reglamento, el gobierno de Quebec apoya la ambición climática de numerosos municipios que, desde hace dos años, ya habían mostrado el camino a seguir y publicaron sus propios reglamentos que prohíben el gas fósil en nuevas construcciones en el sector residencial (600 m2 y menos, 3 pisos y menos), comerciales e institucionales. También le da una nueva dimensión, al atacar también los edificios existentes, que seguirán constituyendo la gran mayoría del parque inmobiliario de Quebec en 2040. Será crucial que la regulación provincial permita a los municipios implementar regulaciones más precisas, aunque ambiciosas. ellos desean.
Para reforzar la coherencia de este punto de inflexión, el gobierno debe basar su estrategia de descarbonización en soluciones menos costosas y que emitan menos GEI, como bombas y acumuladores de calor. Estas alternativas también son necesarias para evitar la ilusión de una solución sostenible a través del GSR, que en realidad retrasa la transición a fuentes de energía verdaderamente renovables.
Por último, como recordó recientemente la coalición, el acuerdo sobre energía dual gas/electricidad promete ser un fracaso e implica varias cuestiones. “Para eliminar el 100% del gas fósil de aquí a 2040, no basta con prohibirlo en las nuevas construcciones. El quid de esta transición es la sustitución de los sistemas de gas al final de su vida. Es absolutamente necesario sustituirlos por sistemas eléctricos, combinados con programas de gestión de picos y de eficiencia energética. Permitir su sustitución por sistemas que utilicen GSR significa condenar a la población a depender de una fuente de energía cuyos volúmenes serán muy inciertos y cuyos costes se dispararán”, añade Emmanuelle Rancourt, coordinadora de la coalición ¡Fuera el gas!
“Por fin nos estamos preparando para unificar la salida del gas fósil del sector de la edificación nueva y existente. Esta es una excelente noticia porque es una solución que nos permitirá abordar concretamente el 7% de las emisiones de GEI de la provincia. Por otro lado, está claro que el gobierno sigue dejándose guiar por el espejismo de la energía dual y el GSR. Sin embargo, nunca tendremos la capacidad de producir de forma sostenible los volúmenes necesarios si persistimos en querer desperdiciarlos en el sector residencial”, recuerda Anne-Céline Guyon, analista de Clima y Energía de Nature Québec. »
Swiss
Related News :