Como cada año, la Brigada Verde de Tahití movilizó sus tropas para concienciar a los jóvenes locales sobre las cuestiones medioambientales. Este miércoles, 300 “ecoembajadores” –estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato– se embarcaron en un minicrucero entre Tahití y Moorea. La oportunidad para estos jóvenes, que representan “la última generación que puede marcar la diferencia”intercambiar con voluntarios de asociaciones ecologistas de fenua y, por qué no, ver surgir vocaciones.
Una mañana de sensibilización para 300 escolares. Esto es lo que la Brigada Verde de Tahití ofreció este miércoles, un año más, durante su ya tradicional crucero educativo. Organizado en el marco de las Jornadas Mundiales del Medio Ambiente y los Océanos, se trata de presentar a los ecodelegados de varios establecimientos del área urbana los problemas y cuestiones relacionados con el cambio climático y la protección de los ecosistemas. “Es una escuela de mar que ofrecemos a los jóvenes, explica Ludovic Bardoux, fundador de la asociación organizadora. Son la última generación que todavía puede tener la esperanza de salvar nuestro planeta. No existe el planeta B, así que tenemos que hacernos cargo ahora. »
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