El mundo de la energía converge el viernes en la COP29 en Bakú, donde las ONG denuncian la presencia masiva y la influencia de los lobbystas de los combustibles fósiles en las negociaciones de la ONU, organizadas nuevamente este año en un importante país productor de petróleo.
El director general de la importante francesa TotalEnergies, Patrick Pouyanné, será una de las figuras del mundo del petróleo y del gas el viernes en Bakú, junto con muchos otros jefes, ministros de energía y consultores de todo el mundo.
Como el año pasado, una coalición de ONG intentó contar cuántos cabilderos de los combustibles fósiles habían sido acreditados en la COP29. Calculan la cifra en 1.773, según esta coalición llamada Kick Big Polluters Out (“Kick Big Polluters”, KBPO), que reúne a 450 ONG.
En Bakú, miles de participantes que llegaron a la COP29 fueron recibidos el viernes por la mañana por una serpiente gigante que representaba los intereses fósiles en la conferencia.
“Exigimos el fin del colonialismo energético en el Sur”dijo a la AFP Bhebhe, de la ONG Power Shift Africa, entre los manifestantes.
BP, ExxonMobil
Según la ONU, este año están acreditadas unas 53.000 personas (sin contar el personal técnico y los organizadores).
Según las ONG, los lobbystas de los combustibles fósiles superan en número “la delegación de casi todos los países”además de los de Azerbaiyán (2.229), Brasil (1.914), país anfitrión de la COP30, y Turquía (1.862).
Pero la cifra exacta podría ser diferente, porque los autores del informe dijeron a la AFP que habían incluido en su cuenta a personas vinculadas a empresas cuya actividad principal no son los combustibles fósiles, como EDF o el campeón danés de las energías renovables Orsted.
Cualquiera que sea el número exacto, la presencia de intereses del petróleo, el gas y el carbón en las COP ha sido durante mucho tiempo una fuente de controversia. El nombramiento del sultán Al Jaber, director de la petrolera de los Emiratos Árabes Unidos, como presidente de la COP28 el año pasado en Dubai provocó fuertes críticas.
Aunque al final esta COP resultó en el primer llamado a iniciar la salida de los combustibles fósiles. Según la coalición de ONG, había participado un número récord de personas vinculadas a intereses del sector fósil.
Este año, la COP29 se celebra en Azerbaiyán, un país con reservas de hidrocarburos, un recurso descrito por el presidente Ilham Aliyev como “regalo de Dios”.
El presidente de la conferencia, Mukhtar Babaev, es un ex ejecutivo de la compañía petrolera nacional Socar.
Los participantes de la COP suelen estar afiliados a un gobierno u organización registrada.
Las nuevas reglas de la ONU facilitan que los observadores escudriñen la presencia de lobistas, y desde la COP28 los participantes deben declarar información sobre su empleador y sus relaciones, financieras o de otro tipo, con la entidad que busca su acreditación.
Entre las delegaciones nacionales, Japón trajo al gigante del carbón Sumitomo y Canadá a los productores de petróleo Suncor y Tourmaline.
Juntas, las grandes empresas occidentales Chevron, ExxonMobil, BP, Shell y Eni han reunido un total de “39 cabilderos”.
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