- Autor, Pavel Aksenov, Oleh Chernysh y Jeremy Howell
- Role, Servicio Mundial de la BBC
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hace 14 minutos
En los últimos días, Rusia y Ucrania han llevado a cabo sus mayores ataques con drones entre sí desde el inicio de la guerra en febrero de 2022.
Según se informa, Ucrania lanzó más de 80 drones contra Rusia, algunos de los cuales apuntaban a Moscú. Según se informa, Rusia ha lanzado más de 140 drones contra objetivos en Ucrania.
El uso extensivo de drones como armas de ataque es una de las formas en que se está revolucionando la guerra en este conflicto.
Combinados con la guerra electrónica y los ataques de artillería, los drones también han demostrado ser muy eficaces como armas defensivas, ayudando a inmovilizar las fuerzas enemigas en el campo de batalla.
Drones: Ojos que ven todo en el campo de batalla
Según Phillips O’Brien, profesor de estudios de guerra en la Universidad de St Andrews, Escocia, los drones se han convertido en una parte importante de la guerra en Ucrania y están influyendo profundamente en la forma en que se libra.
“Hicieron que el campo de batalla fuera mucho más transparente”, explica.
Los drones de vigilancia pueden detectar movimientos de tropas o preparativos para un ataque en toda la línea del frente en tiempo real. Cuando ven un objetivo, pueden enviar sus coordenadas a un centro de mando, que luego puede ordenar un ataque de artillería.
Esta secuencia, desde observar un objetivo hasta alcanzarlo, se denomina “cadena de la muerte” en terminología militar y se ha acelerado significativamente con el uso de drones, explica el profesor O’Brien.
“Todo está detectado, a menos que estés a cubierto. Esto significa que no puedes agrupar tanques y otros vehículos blindados en un avance sin que sean alcanzados”, explica.
Drones de ataque Se utilizan, junto con la artillería, para atacar al enemigo. Las fuerzas ucranianas lograron repeler los avances de las columnas de tanques rusos utilizando únicamente drones.
Al principio de la guerra, Ucrania utilizó el TB-2 Bayraktar de fabricación turca, un dron de grado militar que puede lanzar bombas y disparar misiles.
Sin embargo, ambas partes recurren cada vez más a drones “kamikaze” más baratos.
Suelen ser drones comerciales con explosivos adjuntos. Se pueden controlar desde varios kilómetros de distancia y pueden flotar sobre su objetivo antes de atacar.
Rusia también utiliza miles de drones kamikazes, como el Shahed-136 de fabricación iraní, para atacar objetivos militares y civiles en Ucrania.
A menudo los utiliza en enjambres para intentar abrumar las defensas aéreas de Ucrania.
Artillería: El arma que los ejércitos “usan como agua”
La artillería se ha convertido en el arma más utilizada en la guerra de Ucrania.
Según el grupo de expertos con sede en el Reino Unido Royal United Services Institute (Rusi), Rusia disparó alrededor de 10.000 proyectiles por día y Ucrania disparó entre 2.000 y 2.500 por día.
La artillería se utiliza continuamente para controlar los movimientos de las tropas enemigas y atacar sus vehículos blindados, defensas, puestos de mando y depósitos de suministros.
“Durante la guerra, las municiones son como el agua que la gente debe beber con regularidad, o como el combustible para un automóvil”, explica el coronel Petro Piatakov, experto en artillería y especialista militar del ВВС.
Ambos bandos utilizaron millones de proyectiles de artillería procedentes del extranjero. Estados Unidos y los países europeos los suministraron a Ucrania. Rusia los importa de Corea del Norte.
Los países occidentales han tenido dificultades para suministrar a Ucrania todos los proyectiles que necesita, lo que pone de relieve el problema en sus propias industrias armamentísticas, según Justin Crump, director ejecutivo de Sibylline, una empresa de análisis de armas con sede en el Reino Unido.
“Las empresas de defensa occidentales producen hoy en día una cantidad relativamente pequeña de armas de alta precisión”, explica. “Por otro lado, no tienen la capacidad de producir armas básicas como proyectiles en grandes cantidades.
Rusia y Ucrania también han utilizado artillería de alta precisión. Ucrania ha disparado proyectiles occidentales guiados por satélite, como Excalibur, y Rusia, proyectiles Krasnopol guiados por láser.
Estados Unidos y otros países occidentales también suministran a Ucrania misiles Himars de largo alcance guiados por satélite. Estos misiles permitieron a las fuerzas armadas ucranianas atacar depósitos de municiones y puestos de mando rusos situados detrás de la línea del frente.
Bombas planeadoras: simples, destructivas y difíciles de contrarrestar
Desde principios de 2023, las fuerzas rusas han utilizado miles de “bombas planeadoras” para bombardear posiciones en el campo de batalla ucraniano y atacar zonas residenciales e infraestructura civil.
Se trata de bombas convencionales de “caída libre” equipadas con alas desplegables y sistemas de navegación por satélite.
Rusia es el país que utiliza más bombas planeadoras. Su peso varía de 200 kg a 3.000 kg o más.
“Las bombas planeadoras son cada vez más eficaces a la hora de derribar posiciones fortificadas y destruir edificios”, explica el profesor Justin Bronk, experto en guerra aérea de Rusi.
Según él, Rusia los utilizó ampliamente para destruir las defensas ucranianas alrededor de la ciudad estratégicamente importante de Adviivka en el este de Ucrania, que capturó en febrero de 2024.
Según el profesor Bronk, las bombas deslizantes cuestan sólo 20.000 o 30.000 dólares cada una. Pueden lanzarse a decenas de kilómetros de su objetivo y son difíciles de derribar excepto con los misiles de defensa aérea más sofisticados.
Ucrania también utiliza bombas planeadoras suministradas por Estados Unidos y Francia, como el arma conjunta de enfrentamiento de largo alcance. También ha creado sus propias bombas añadiendo alas a bombas de pequeño diámetro fabricadas en Estados Unidos, que transportan alrededor de 200 kg de explosivos.
Sin embargo, tiene menos bombas planeadoras que Rusia.
Guerra electrónica: una forma barata de neutralizar las armas más caras
La guerra electrónica se ha utilizado más intensamente que nunca en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Miles de soldados de cada bando trabajan en unidades especializadas, intentando desactivar los drones y los sistemas de comunicaciones del otro bando, y desviar los misiles enemigos del objetivo.
Las fuerzas rusas cuentan con sistemas como el Zhitel, que pueden desactivar todas las comunicaciones por satélite, radiocomunicaciones y señales de teléfonos móviles en un radio de más de 10 kilómetros. Domina las ondas de radio que utilizan emitiendo enormes pulsos de energía electromagnética.
Gracias a la unidad Shipovnic-Aero, las fuerzas rusas pueden derribar un dron a una distancia de 10 km. Este sistema también ayuda a localizar a los pilotos de los drones y enviar coordenadas a las unidades de artillería para que puedan dispararles.
Las naciones occidentales pueden haberse sorprendido por la facilidad con la que los sistemas de guerra electrónica rusos desactivaron misiles de alta tecnología como los Himars, según Marina Miron, del Departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres en Ucrania.
“Ésta es una guerra asimétrica”, explica. “Las fuerzas de la OTAN pueden tener armas técnicamente superiores a las de Rusia, pero esta última ha demostrado que puede utilizar equipos electrónicos relativamente baratos para neutralizarlas.
Duncan McCrory, del Freeman Air & Space Institute del King’s College de Londres, dice que los líderes militares de la OTAN necesitan aprender lecciones de la guerra electrónica de Rusia en Ucrania.
“Tienen que entrenar a sus tropas sobre cómo operar cuando están siendo perseguidos por drones y el enemigo escucha cada señal de radio que envían”, explica.
“La guerra electrónica ya no puede considerarse una ocurrencia tardía. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de desarrollar tácticas, entrenamiento y nuevos sistemas de armas.
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