Un equipo se desplazará en camión hasta Valence, España, para distribuir todas las donaciones recogidas en Vallabrègues gracias a la operación llevada a cabo por el centro comunitario de acción social (CCAS) en colaboración con la parroquia de Beaucaire.
En casi todas partes de Francia, y por supuesto en el Gard, se organiza solidaridad para ayudar a las víctimas de las mortíferas inundaciones que asolaron el sureste de España. En Vallabrègues, donde la cultura del riesgo de inundaciones es fuerte, ayer por la mañana se lanzó una campaña de donaciones. En pocas horas, la operación coorganizada por el CCAS del municipio y la parroquia de Beaucaire permitió recoger en La Calade decenas de paquetes llenos de ropa, zapatos, mantas, etc.
Claudine Gérard, 69 años, una de las almas generosas, tiene dificultades para contener las lágrimas. “Es horrible. No podemos permanecer indiferentes ante esta catástrofe y ante todas las víctimas, los que perdieron la vida, los que lo perdieron todo. También hay niños…“Así que la mujer de sesenta años rebuscó en sus armarios”.Cualquier cosa que pueda ayudar a estas personas que se encuentran sin nada de un día para el otro.“.
“volveré mañana“, promete Claudine a Éliane Lacroix. El responsable electo, entre otras cosas, del CCAS está encantado con la respuesta de los Vallabréguants a la convocatoria de donaciones. “Es genial, estamos esperando un camión que llegará en cualquier momento para hacer espacio.“, explica Éliane, marcada por la gran inundación de 1951 en Vallabrègues. Tenía sólo 6 años, pero recuerda haber vivido en el piso de arriba de su casa durante tres semanas. “La comida nos fue entregada en barco, todo el pueblo se solidarizó.“.
“Las víctimas se sienten abandonadas”
La repentina llegada de una joven interrumpe sus recuerdos. “Gracias por todo, gracias a todas estas personas por su generosidad.“Diana López, de 30 años, es una de las encargadas de transportar las donaciones a Valencia. Su madre vive allí, o mejor dicho”.sobrevivir“, su tía también en el barrio Horno de Alcedo.”No hay agua, ni electricidad, ni comida. Las víctimas se sienten abandonadas, nadie las ayuda en el lugar, por eso nos ofrecimos como voluntarios. Iremos puerta a puerta para repartir todas estas donaciones.“, relata conmovida. Pero también enojada”,los mensajes de alerta se enviaron tarde, el agua ya estaba ahí“, informa Diana colocando su mano sobre su cabeza para indicar la altura.
Con los coches cargados, Diana toma a Éliane en brazos y no deja de darle las gracias. Con su tripulación, realizará mañana por la tarde una última carga antes de dirigirse a Valencia a bordo de un camión. La recogida de donaciones continúa este miércoles 6 de noviembre, de 10 a 12 horas y de 14 a 17 horas en la sala La Calade.
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