Las operaciones de búsqueda continúan. Una semana después de las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones mortales en la región de Valencia y el sureste de España, el número de víctimas es elevado.
217 personas murieron según el último informe comunicado por las autoridades españolas. El número de muertes podría aumentar rápidamente en los próximos días, mientras que el número de desaparecidos sigue siendo elevado.
Un alto riesgo para la salud
Ahora, los servicios de emergencia están preocupados por los riesgos relacionados con el barro y el agua estancada. Según FranceInfo, el barro, que se encuentra absolutamente en todas partes, no sólo está compuesto de elementos naturales, sino también de basura, excrementos o incluso de cadáveres humanos o animales.
El barro supone un riesgo para la salud de los residentes, en particular con el desarrollo de ciertos hongos o bacterias que pueden provocar fiebre, tos o dificultad para respirar. El Ministerio de Sanidad español ha publicado una lista de recomendaciones sanitarias para residentes y voluntarios.
10 mil millones de euros liberados
El martes 5 de noviembre, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que el gobierno había publicado un plan de emergencia de más de 10.000 millones de euros para ayudar a los residentes y empresas afectados por las inundaciones.
Con estos anuncios, también declaró que 15.000 soldados y policías estaban desplegados sobre el terreno para ayudar a las víctimas.
Daño significativo
La Cámara de Comercio de Valencia indicó que 4.500 comercios ubicados en planta baja podrían haber resultado dañados y decenas de centros comerciales y zonas industriales se vieron impactados.
En cuanto a la agricultura, el sindicato agrícola La Unión estima que 50.000 hectáreas de cultivos fueron destruidas por las lluvias torrenciales.
Inundaciones en Barcelona
El lunes 4 de noviembre Barcelona entró en alerta roja. Según Le Figaro, las fuertes lluvias provocaron numerosas cancelaciones en el aeropuerto.
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