Los servicios de seguridad israelíes ahora consideran probable una respuesta iraní tras el ataque del 26 de octubre, incluso si Teherán aún no ha decidido los términos precisos de su ataque. Según información revelada por el canal N12, si bien la decisión de tomar represalias parece haber sido tomada, Irán todavía duda sobre la escala y el momento de su operación.
Los analistas israelíes prevén un escenario de ataques simultáneos desde varios frentes, y no sólo desde territorio iraní. Ante esta amenaza, Israel mantiene un alto nivel de preparación, tanto ofensiva como defensiva, en estrecha colaboración con las fuerzas estadounidenses ya desplegadas en la región.
Estados Unidos ha aumentado significativamente su presencia militar, desplegando baterías de defensa aérea y escuadrones de combate adicionales para hacer frente a posibles ataques con aviones no tripulados. Washington también envió un fuerte mensaje a Irán, advirtiendo que un nuevo ataque podría desencadenar una respuesta masiva de Israel.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo: “Nuestro mensaje al Líder Supremo permanece sin cambios: Irán debe abstenerse de una escalada. Si elige este camino, apoyaremos el derecho de Israel a defenderse”.
Los servicios de inteligencia israelíes anticipan que Irán podría actuar a través de sus milicias chiítas en Irak y Yemen. En respuesta, Estados Unidos envió bombarderos estratégicos B-52 a la región, una medida vista como una señal clara para Teherán de que los aviones estaban destinados a misiones ofensivas y no defensivas.
También se ha producido una novedad en el Canal de Suez, donde las imágenes revelaron la presencia de un barco misilístico equipado con un sistema de lanzamiento hasta ahora desconocido, lo que ilustra las crecientes tensiones en la región.
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