Locutor de radio y su esposa acusados de recibir 2,3 millones de dólares de China para influir en las elecciones de Taiwán. Están siendo procesados por violar la ley antiinfiltración y corren el riesgo de ser condenados a cinco años de prisión. Las autoridades están preocupadas por la creciente interferencia de Beijing a medida que se acercan las elecciones presidenciales…
Un escándalo de interferencia electoral está sacudiendo actualmente a Taiwán. Según fuentes judiciales, un famoso locutor de radio y su esposa están acusados de haber recibido grandes sumas de dinero de “fuentes extranjeras”, incluida China continental, con el objetivo de influir en varias elecciones en la isla en los últimos años.
La pareja, conocida por su compromiso de acercamiento con Pekín, habría recibido el equivalente a 2,3 millones de dólares entre 2011 y 2023, en particular de la Oficina de Asuntos de Taiwán, organismo oficial chino responsable de las relaciones entre las dos orillas del Estrecho de Formosa. . Están siendo procesados por violar la ley antiinfiltración adoptada en 2019 para contrarrestar la injerencia extranjera.
Una larga campaña de influencia
Según la fiscalía, el dúo consume desde 2021. guiones proporcionados por “fuerzas externas” en sus transmisiones radiales y publicaciones en redes sociales, con el fin deguiar la opinión pública durante varios eventos electorales importantes:
- Las elecciones presidenciales de 2020
- Las elecciones legislativas de 2020
- Varios referendos nacionales
- Las elecciones locales de 2022
Los fiscales dicen que la pareja frecuentemente promovía en sus discursos “la capacidad de China para persuadir a las fuerzas taiwanesas a rendirse o desertar en caso de guerra”. Palabras que hacen eco de las repetidas amenazas de Beijing de utilizar la fuerza para reunificar Taiwán.
“Fuerzas externas se han aprovechado durante mucho tiempo de la libertad de expresión y el entorno político diverso de nuestro país para promover su propaganda, infiltrarse, dividir y amenazar gravemente nuestra seguridad nacional” – Fiscales a cargo del asunto
Cinco años de prisión
Si son declarados culpables, los cónyuges involucrados enfrentan hasta cinco años de prisión y una multa de 10 millones de dólares taiwaneses (unos 300.000 euros) en virtud de la ley antiinfiltración. Su objetivo es evitar la “interferencia de una fuente extranjera en los asuntos internos por medios ilegales”, como la financiación secreta de partidos o campañas.
El pequeño partido político al que pertenecen los acusados hace campaña abiertamente a favor de la unificación con China continental, una posición ultraminoritaria en la opinión pública taiwanesa. Pekín considera la isla una provincia rebelde destinada a volver a su redil, por la fuerza si es necesario.
Aumento de las presiones militares
Estas revelaciones se producen en un contexto de intensas tensiones en el Estrecho de Taiwán. Desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, de un partido tradicionalmente favorable a la independencia, China ha endurecido considerablemente su tono e intensificado sus maniobras militares alrededor de la isla en un intento de someterla.
El ejército chino despliega aviones y buques de guerra alrededor de Taiwán casi todos los días. También organizó varios ejercicios militares a gran escala que simulaban un bloqueo o una invasión de la isla. Una forma de “guerra cognitiva” destinada a sembrar dudas entre los taiwaneses sobre su capacidad de resistencia en caso de ataque.
Preocupaciones por las elecciones presidenciales de 2024
A medida que se acercan las elecciones presidenciales de enero de 2024, que prometen ser decisivas para el futuro de las relaciones Taipei-Pekín, las autoridades taiwanesas se vuelven cada vez más vigilantes ante los riesgos de interferencia extranjera mediante desinformación o financiación ilegal.
El actual vicepresidente William Lai, considerado el candidato del partido gobernante, está en la mira de Beijing debido a posiciones pasadas percibidas como proindependentistas. Por tanto, el régimen chino podría verse tentado a interferir en la campaña para favorecer a un candidato más de su agrado o simplemente para sembrar el caos.
Ante la amenaza, Taipei ha reforzado su legislación (ley antiinfiltración, leyes sobre financiación política, medios de comunicación, desinformación) y sus capacidades de detección de interferencias (unidad interministerial específica). Pero en el mundo interconectado de hoy, cerrar todas las brechas sigue siendo un desafío inmenso.
El asunto de esta pareja de presuntos influencers al servicio de Pekín demuestra la importancia vital que tiene para la democracia taiwanesa reforzar su defensa en todos los frentes: militar, diplomático, pero también informativo y electoral. Ante la creciente presión de su poderoso vecino, la isla no tiene margen de error.
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