A pocos días de las elecciones estadounidenses, la preocupación es grande en Ucrania. La continuidad de la ayuda militar estadounidense está sujeta al resultado de las urnas.
Desde la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos se ha posicionado claramente a favor de Kiev y en contra de Moscú. ¿Cuál será la posición de Washington después de estas elecciones? En este tema, las posiciones de Kamala Harris y Donald Trump no son tan claras como podría pensarse.
Lo principal para ambos candidatos ha sido, desde el inicio de la campaña, tranquilizar a los estadounidenses sobre un compromiso de Estados Unidos que ya ha sido costoso y que podría acabar, en el peor de los casos, amenazando las vidas de los soldados estadounidenses. La ecuación es tanto más delicada cuanto que implica defender, a través de la OTAN, a los aliados contra Rusia -todavía considerada el enemigo de larga data-, sin entrar en una confrontación directa.
Paz en Ucrania, según Trump
En este tema, Donald Trump se presenta como quien podría traer la paz. Nos recuerda constantemente que, a diferencia de sus predecesores en la Casa Blanca, él es el único presidente que no llevó a Estados Unidos a la guerra. En abril pasado, dijo que era capaz de negociar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania en 24 horas. Según fuentes de Correo de WashingtonLa idea de Trump es presionar a Ucrania para que ceda parte de su territorio, como exige el presidente ruso.
Entre Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky, el ex presidente estadounidense sigue equilibrando las cosas. Nunca ha ocultado su admiración por el presidente ruso, llegando incluso a no pronunciarse sobre la muerte de Alexei Navalny ni mencionar la liberación de Evan Gershkovich, periodista del Wall Street Journal detenido en Rusia sin motivo alguno.
Cautelosamente, el presidente Zelensky dijo que “no escuchó” al candidato republicano decir que no apoyaría a su país.
Si bien Trump intenta tranquilizar al presidente ucraniano con un plan de paz que nunca ha detallado oficialmente, sigue siendo muy ambiguo sobre la OTAN y no oculta su oposición a la membresía de Kiev.
“La relación inexplicable y de admiración del ex presidente Trump con Putin, así como su hostilidad sin precedentes hacia la OTAN, no pueden dar a Europa ni a Ucrania ninguna confianza en sus relaciones con Rusia”, declaró al Washington Post Tom Donilon, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos durante la presidencia de Obama. administración entre 2010 y 2013. Este experto en geopolítica es también presidente del Blackrock Investment Institute.
“Su posición representa un peligro claro y presente para la seguridad de Estados Unidos y Europa”, concluye Tom Donilon.
En el Panel de Riesgos Geopolíticos de Blackrock, que enumera los diez principales riesgos globales, se afirma que la guerra en Ucrania “es el conflicto militar más grande y peligroso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”. Para Tom Donilon, esto no es más que una guerra entre la OTAN y Rusia.
Siguiendo la línea de Joe Biden
Por su parte, Kamala Harris dice que quiere seguir apoyando a Ucrania como lo ha hecho el presidente Biden.
Promete permanecer “firmemente al lado de Ucrania” y afirma que no se hará “amistad” con “los dictadores” atacando a Vladimir Putin, pero tampoco a Kim Jong-Un o los mulás de la República Islámica de Irán.
Una forma de recordar que Irán suministra armas a Rusia y, a Corea del Norte, misiles y recientemente varios miles de soldados que han venido a luchar contra el ejército ucraniano.
Desde que reemplazó a Joe Biden en la carrera por la Casa Blanca, Kamala Harris ha aumentado los anuncios de ayuda a Ucrania. En junio, durante la Cumbre de Paz de Ucrania celebrada en Suiza, anunció 1.500 millones de dólares para el sector energético y la ayuda humanitaria.
En septiembre, durante la visita de la presidenta ucraniana a Washington, fue ella quien anunció una nueva ayuda militar por valor de 8.000 millones de dólares y el envío de municiones de largo alcance.
En esta ocasión, Kamala Harris también aseguró al presidente Zelensky que su “apoyo al pueblo ucraniano es inquebrantable”.
Thomas Philippon, economista y profesor de la Universidad de Nueva York – 09/10
Sin citar a Donald Trump pero implícitamente apuntando a él, cree que el plan de paz que consistiría en convencer a Ucrania de que renuncie a sus territorios, como exige Putin, “no es una propuesta de paz”.
“Estas son propuestas de capitulación, lo cual es peligroso e irresponsable”, añadió.
A pesar de este apoyo, Kamala Harris se muestra vaga sobre la continuidad de la ayuda militar a Ucrania.
No dividir a los votantes
La vaguedad mantenida por los dos candidatos pretende evitar plantear un tema que podría crear una división entre los votantes. Sobre todo porque Estados Unidos ha tenido que apoyar militar y financieramente a Israel durante un año mientras se preparaba para un conflicto en el Indo-Pacífico, entre China y Taiwán.
Esta situación hace que los ucranianos teman una reducción de la ayuda militar. Desde el inicio del conflicto, Washington está a la cabeza de los 50 países aliados o socios de Ucrania, como se recuerda en un informe del Pentágono publicado el 21 de octubre de 2024.
“Hemos proporcionado más de 64.100 millones de dólares en asistencia militar desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala… el 24 de febrero de 2022”, decía el informe del Pentágono.
Entre 2014 (invasión de Crimea) y 2022, la ayuda militar alcanzó los 66.900 millones de dólares. A esta cantidad hay que añadir también 31.700 millones de dólares en equipos tomados de las existencias del Departamento de Defensa (DoD), para un total de 98.600 millones de dólares. Una cantidad imposible de compensar por los europeos.
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