En una guerra en doble frente, Israel anunció el jueves la muerte de Yahya Sinouar, abatido la víspera en una operación de sus soldados en el sur de la Franja de Gaza, mientras continúa su ofensiva contra Hizbulá, aliado de Hamás, en el Líbano y también apoyado por Irán.
Hamás, en el poder en Gaza desde 2007 y muy debilitado tras más de un año de guerra, confirmó el viernes la muerte de su líder, considerado el artífice del ataque sin precedentes del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
Hamás afirmó que esta muerte “fortalecería” el movimiento y que los rehenes retenidos en territorio palestino no serían liberados antes de que “cese la agresión contra Gaza”.
El ejército israelí confirma la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinouar
Su ala militar dijo que la lucha continuaría “hasta la liberación de Palestina”, mientras que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) pidió “unidad” entre las facciones palestinas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró la víspera que la muerte de Yahya Sinouar marcaba “el principio del fin” de la guerra en Gaza, y varios líderes extranjeros expresaron su esperanza de que allanara el camino hacia un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, vio esto el viernes como una oportunidad para “un camino hacia la paz” en Oriente Medio y un “futuro mejor en Gaza, sin Hamás”. Luego, en una declaración conjunta, Biden y los líderes de Francia, Alemania y Gran Bretaña subrayaron “la necesidad inmediata de devolver a los rehenes a sus familias, poner fin a la guerra en Gaza y garantizar que la ayuda humanitaria llegue a los civiles”.
Yahya Sinouar, de 61 años, dirige Hamás en Gaza desde 2017, antes de ser nombrado líder político del movimiento a principios de agosto tras la muerte de Ismaïl Haniyeh, asesinado en Teherán el 31 de julio en un ataque atribuido a Israel.
“Las matanzas continúan”
En la asediada Franja de Gaza, los palestinos entrevistados por la AFP dudaban entre la esperanza y la resignación.
“Ahora que Sinouar ha sido asesinado, esperamos que la guerra termine. Ya no tienen motivos para continuar con este genocidio”, comenta uno de ellos, Ali Chameli.
Otro residente del territorio, Jemaa Abou Mendi, subraya sin embargo que “la guerra no ha cesado y las matanzas continúan con intensidad”.
En Israel, algunos vieron la muerte de Sinwar como una señal de esperanza. “Siento que hemos terminado lo que empezamos”, dijo a la AFP Dolev, de 29 años, residente en Tel Aviv.
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La principal asociación de familiares de rehenes “nos instó a aprovechar este gran avance para garantizar el regreso” de los últimos cautivos.
De las 251 personas secuestradas el 7 de octubre de 2023, 97 siguen siendo rehenes en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército.
Este ataque provocó la muerte de 1.206 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales, incluidos rehenes que murieron en cautiverio.
Tras la muerte de Yahya Sinouar, varios analistas señalaron que el significado de este acontecimiento seguía siendo incierto. Aunque “considerablemente debilitado”, Hamás “no va a desaparecer así sin más”, descifra Michael Horowitz, experto de la consultora de seguridad Le Beck.
“Su influencia sigue siendo importante en Gaza, particularmente a través del control de la ayuda humanitaria”, añade el especialista en la región David Khalfa.
El viernes, el ejército israelí anunció que proseguía sus operaciones en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, donde un periodista de la AFP y Defensa Civil informaron de varios ataques aéreos, uno de los cuales mató a tres niños.
Al menos 42.500 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto hasta ahora en la ofensiva israelí en Gaza, según datos del Ministerio de Sanidad del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.
El pequeño territorio palestino es un verdadero “infierno en la tierra” para los millones de niños que viven allí, lamentó el viernes UNICEF.
“Fuente de inspiración”
La muerte de Yahya Sinouar se produce en un contexto explosivo en Oriente Medio, donde Israel entró a finales de septiembre en guerra contra Hezbolá y prometió responder al ataque con misiles lanzado por Irán contra su territorio el 1 de octubre.
Para Teherán, Yahya Sinouar sigue siendo una “fuente de inspiración” en Oriente Medio.
Después de un año de enfrentamientos fronterizos, Israel lleva a cabo operaciones terrestres en las regiones fronterizas del sur del Líbano desde finales de septiembre, apoyado por una campaña de ataques aéreos.
Israel dice que quiere permitir el regreso al norte de su territorio de unas 60.000 personas desplazadas durante el año pasado por el incesante lanzamiento de cohetes de Hezbollah.
Este último se atribuyó el viernes la responsabilidad de los ataques perpetrados en el norte de Israel, en particular contra las ciudades de Safed y Haifa (norte), y contra una base militar en el centro del país.
Por su parte, el ejército israelí indicó que “alrededor de 75 proyectiles fueron disparados por Hezbolá desde el Líbano” el viernes.
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Añadió que llevó a cabo ataques “dirigidos” en el sur del Líbano y mató a “unos 60 terroristas”.
Sus tropas también destruyeron “el centro de mando regional de Hezbollah”, utilizado en los últimos meses para lanzar ataques contra el norte de Israel, según el ejército.
Al menos 1.418 personas han muerto en el Líbano desde el inicio de los masivos bombardeos israelíes contra Hezbolá el 23 de septiembre, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.
La ONU ha registrado alrededor de 700.000 personas desplazadas.
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