El irlandés Conor McGregor, figura emblemática de las MMA, vuelve a estar en el centro de la agitación jurídica. Una mujer lo demandó ante la justicia civil federal estadounidense, acusándolo de haberla agredido sexualmente en los baños del Kaseya Center de Miami, en junio de 2023, durante un partido de la NBA.
El caso fue investigado inicialmente por la Fiscalía de Distrito del Condado de Miami-Dade, que incluye la ciudad de Miami. Sin embargo, el caso fue cerrado por falta de pruebas suficientes para procesar. “Al final de una investigación en profundidad, en su momento, el fiscal concluyó que no había pruebas suficientes”, recordó la abogada de Conor McGregor, Barbara Llanes.
“Nueva versión falsa” para la defensa
Pese a esta decisión, la demandante decidió iniciar un procedimiento civil, planteamiento que su abogado, James Dunn, justifica en estos términos. “La vía civil es la única vía legal en este asunto”, explicó. La denuncia, presentada el martes, también acusa al operador del Centro Kaseya de negligencia al facilitar la presunta agresión.
La defensa de Conor McGregor ha rechazado enérgicamente las acusaciones, calificando la denuncia como una “nueva historia falsa”. Bárbara Llanes agregó: “Casi dos años después, y después de tres abogados, la demandante tiene una nueva versión falsa. Estamos seguros de que esta actuación también quedará descartada. »
Una reputación empañada por casos judiciales
Este caso no es el primero que daña la imagen del ex campeón de Ultimate Fighting Championship (UFC). En noviembre de 2024, el Tribunal Superior de Dublín condenó a Conor McGregor a pagar 248.603 euros en concepto de daños y perjuicios a una mujer de 35 años, que le acusaba de haberla “violado y golpeado brutalmente”.
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El atleta de 36 años, conocido por sus espectaculares actuaciones en la jaula y su estilo de vida extravagante, sigue siendo una figura controvertida en el deporte mundial. En 2020, fue nombrado el atleta profesional mejor pagado, con ganancias estimadas en 180 millones de dólares, según Forbes.
