el invitado –
La iniciativa del 12% también ataca al estatismo
La votación del texto por parte de los círculos económicos promete una gran batalla entre partidarios y opositores.
Felicien Monnier– Presidente de la Liga Vaudois
Publicado hoy a las 6:43 am
Suscríbete ahora y disfruta de la función de reproducción de audio.
charlabot
Este año votaremos la iniciativa económica “Recortes de impuestos para todos”. Prevé una reducción del 12% en la factura fiscal de todos los vaudois, para la tributación de la renta y el patrimonio. Se espera una ganancia para los contribuyentes de 450 millones. El Estado seguiría obteniendo -según las medias de los últimos años- un superávit de entre 100 y 150 millones.
En términos de poder adquisitivo, la iniciativa permitiría a Vaudois adquirir 244 millones de litros de leche biológica al año (1,85 francos por unidad) o 112.500 bicicletas eléctricas a 4.000 francos. El impacto del aumento de las primas quedaría amortiguado, permitiendo que en el cantón se desarrolle con mayor calma el debate necesario. Una reducción de impuestos tal vez permita a la clase media volver a ahorrar y a nuestras numerosas asociaciones establecer contribuciones más generosas para realizar nuevos proyectos. El Gobierno y el Gran Consejo se oponen al proyecto y adoptaron un contraproyecto que eleva la reducción al 7% para 2027.
En el fondo, la batalla se librará principalmente en torno a una concepción del Estado. Más allá de la esperada oposición de la izquierda, la iniciativa cristaliza también las reticencias del PLR, o al menos de sus asesores estatales, más bien herederos del estatismo radical antes de la fusión con los liberales.
Los opositores temen la pérdida del prestigio del Estado ante la incertidumbre de los tiempos. Esto olvida que la ley tributaria siempre puede modificarse si es necesario.
A cambio, el gobierno promete frenar el crecimiento de los costes. La intención es loable. Pero el personal, los servicios, los presupuestos y las tareas de la administración han seguido aumentando desde 1803. La hiperactividad parlamentaria, de izquierda a derecha, tiene una parte importante de la responsabilidad. También podríamos citar las exigencias de la Confederación debido a la centralización. Por no hablar de la propensión de los ciudadanos contemporáneos a exigir una satisfacción inmediata del Estado, que se supone debe aliviar todos los males y compensar todas las deficiencias. La administración se está inflando a sí misma. Por tanto, no estaremos satisfechos con las promesas del Consejo de Estado.
¿Por qué tan tarde?
El hecho de que el Estado haya obtenido superávit presupuestario desde 2008 ha acostumbrado a nuestros políticos a la relajación. Es difícil, incluso deshonesto, oponerse a un proyecto con la necesaria austeridad cuando el año anterior obtuvo cientos de millones de beneficios. Es sorprendente que una propuesta concreta de reducción de impuestos llegue tan tarde. La culpa, sin duda, es del “compromiso dinámico”, ese pacto de sinvergüenzas entre socialistas y PLR, realizado en parte a expensas de las comunas.
Sin limitar los recursos del Estado, una limitación real de su crecimiento –ni siquiera nos atrevemos a soñar con una disminución en este ámbito– será imposible de implementar. El comité de iniciativa hizo bien en mantener su proyecto.
¿Encontraste un error? Por favor infórmenos.