El número total de muertes confirmadas asciende a 16 víctimas y los casos siguen bajo investigación. Cinco de las muertes se atribuyeron al incendio Palisades y 11 al incendio Eaton, dijo la oficina forense en un comunicado el sábado por la noche.
El número anterior de muertes confirmadas era 11, pero las autoridades enfatizaron que esperaban que esa cifra aumentara a medida que los perros rastreadores de cadáveres busquen en los vecindarios arrasados y las cuadrillas evalúen los daños. Las autoridades han creado un centro donde la gente puede denunciar a los desaparecidos.
Los bomberos trabajaron el sábado para limitar la propagación de los incendios forestales antes del regreso de vientos potencialmente fuertes que podrían empujar las llamas hacia el famoso Museo J. Paul Getty y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), mientras nuevas advertencias de evacuación han dejado a más propietarios en borde.
Se estaba librando una feroz batalla contra las llamas en Mandeville Canyon, hogar de Arnold Schwarzenegger y otras celebridades, no lejos de la costa del Pacífico, donde los helicópteros arrojaron agua mientras el fuego se propagaba colina abajo. Los bomberos en el terreno utilizaron mangueras para tratar de hacer retroceder las llamas, mientras un espeso humo cubría la ladera cubierta de chaparral.
En una sesión informativa, el jefe de operaciones de CalFire, Christian Litz, dijo que una de las principales preocupaciones del sábado será el incendio Palisades que arde en el área del cañón, no lejos del campus de UCLA.
“Tenemos que ser agresivos allí”, subrayó Litz.
La supervisora del condado, Lindsey Horvath, dijo que el área de Los Ángeles “experimentó otra noche de terror y dolor inimaginables, e incluso más residentes fueron evacuados debido a la expansión noreste del incendio Palisades.
Una ligera brisa avivó las llamas, pero el Servicio Meteorológico Nacional advirtió que los fuertes vientos de Santa Ana, la pesadilla de los bomberos, pronto podrían regresar. Se ha culpado ampliamente a esos vientos de convertir los incendios forestales en infiernos que arrasaron barrios enteros alrededor de la ciudad, donde no ha habido lluvias significativas en más de ocho meses.
El incendio también amenazó con cruzar la Interestatal 405 y extenderse a áreas densamente pobladas de Hollywood Hills y el Valle de San Fernando.
Continúa la búsqueda de cadáveres
El sombrío trabajo de examinar los daños continuó el sábado, con equipos realizando búsquedas sistemáticas con perros detectores de cadáveres, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna. Mencionó que se estaba estableciendo un centro de asistencia familiar en Pasadena e instó a los residentes a respetar el toque de queda.
Los incendios consumieron aproximadamente 145 kilómetros cuadrados, un área más grande que San Francisco. Decenas de miles de personas todavía tienen órdenes de evacuación y el viernes por la noche se ordenaron nuevas evacuaciones después de un aumento al este del incendio de Palisades.
Desde que comenzaron los incendios el martes, justo al norte del centro de Los Ángeles, han quemado más de 12.000 estructuras, que incluyen casas, edificios de apartamentos, negocios, dependencias y vehículos.
No se ha determinado la causa de los incendios más grandes. Las primeras estimaciones indican que los incendios forestales podrían ser los más costosos jamás registrados en Estados Unidos. Una estimación preliminar de AccuWeather sitúa los daños y las pérdidas económicas hasta el momento entre 135.000 y 150.000 millones de dólares.
Tantos voluntarios se presentaron el sábado para ayudar en los centros de donación que algunos fueron rechazados. Este fue el caso en una YMCA en el barrio de Koreatown. A última hora de la mañana, los automóviles que transportaban voluntarios también fueron rechazados en el hipódromo del Parque Santa Anita, donde se aceptaban donaciones de artículos de primera necesidad.
Advertencia contra el regreso a casas quemadas
Algunos residentes regresaron para ver qué se podía salvar después de que los incendios forestales destruyeran sus hogares, hurgando entre los escombros en busca de recuerdos. Pero las autoridades les instaron el sábado a mantenerse alejados, advirtiendo que las cenizas pueden contener plomo, arsénico, asbesto y otros materiales nocivos.
“Si revuelves estas cosas, las inhalas”, dijo Chris Thomas, portavoz del Comando de Respuesta Unificada en el lugar del incendio de Palisades. “Todas estas cosas son tóxicas”.
A los residentes se les permitirá regresar, con equipo de protección, después de que los equipos de reparación evalúen sus propiedades, dijo.
Líderes de la ciudad acusados
Comenzaron las acusaciones de fallas de gestión y culpas políticas, al igual que las investigaciones. El gobernador Gavin Newsom ordenó el viernes a los funcionarios estatales que determinaran por qué un depósito de 100 millones de galones estaba fuera de servicio y algunas bocas de incendio estaban secas.
Mientras tanto, la jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, argumentó que los líderes de la ciudad no cumplieron con su deber al no proporcionar suficiente dinero para combatir los incendios. También criticó la falta de agua.
“Cuando un bombero se acerca a una boca de incendio, esperamos que haya agua”, dijo.
Los bomberos hicieron su primer avance el viernes por la tarde en el incendio Eaton al norte de Pasadena, que ha quemado más de 7,000 estructuras. Las autoridades dijeron que la mayoría de las órdenes de evacuación para el área habían sido levantadas. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo que también se detuvieron varios incendios más pequeños.
El nivel de devastación es impactante, incluso en un estado que regularmente enfrenta incendios forestales masivos.
