Un hombre de 27 años, sospechoso de haber matado a un hombre con dos puñaladas el lunes por la noche en Reims (Marne), fue presentado ante un juez de instrucción para ser acusado de “homicidio intencional”, anunció este miércoles François Schneider. , fiscal de Reims, mediante un comunicado difundido por la prensa local. La fiscalía solicitó prisión preventiva en su contra.
Según los primeros elementos de la investigación, el sospechoso y la víctima se encontraron el lunes por la noche durante una velada de póquer, bebiendo alcohol en compañía de una decena de personas “de las Antillas-Guyana”. Alrededor de las 21:45 se produjo una pelea y el sospechoso se fue a su casa y regresó armado con un cuchillo. Arma blanca con la que golpeará dos veces a la víctima.
“Un testigo le quitó el cuchillo de la mano, un cuchillo de cerámica, lo rompió y lo arrojó al suelo, donde fue encontrado por los investigadores”, dijo el fiscal. Cuando los bomberos llegaron al lugar, brindaron los primeros auxilios a la víctima, pero fue en vano. Por su parte, el autor del apuñalamiento logró darse a la fuga. Hasta esa famosa llamada telefónica…
Al teléfono, la madre del fugitivo. Explica que su hijo se confió a ella nada más regresar a casa, con los pantalones todavía manchados de sangre, confesándole que él era “el autor de los apuñalamientos”. Luego, el hombre de 27 años fue arrestado y puesto bajo custodia por asesinato, dijo el fiscal. Bajo custodia policial, el imputado admitió haber propinado los golpes, aunque precisó que se defendía “después de haber recibido un golpe de la víctima”. Una versión contradictoria con las declaraciones de los testigos.
Aún durante su audiencia, el sospechoso indicó “que no tenía intención homicida”. Sin embargo, la víctima fue apuñalada por la espalda. Según la autopsia, la víctima recibió dos golpes: uno en el omóplato y otro en el costado, “alcanzando el hígado”. Fue este último golpe el que provocó la muerte de la víctima.
Sobre el motivo, el sospechoso adujo una “disputa en el contexto de estupefacientes de mala calidad” que supuestamente le vendió la víctima. También se encontraron 17 óvulos de cocaína en la casa del sospechoso. “Aunque posiblemente esté vinculado con estupefacientes, el asesinato no parece formar parte de una lucha territorial por la conquista de puntos de venta de estupefacientes”, aclaró además el magistrado.