“Si nos deshacemos de esa línea trazada artificialmente y observamos cómo luce, también sería mucho mejor para la seguridad nacional”, dijo Trump, refiriéndose a la frontera entre Canadá y Estados Unidos.
“Y recuerden, esencialmente, estamos protegiendo a Canadá”.
Durante su primera conferencia de prensa desde la certificación de su victoria electoral, Trump también reiteró que impondrá aranceles “sustanciales” a Canadá y México cuando regrese a la Casa Blanca en menos de dos semanas.
El presidente electo ya había anunciado que impondría aranceles del 25% a los vecinos de Estados Unidos a menos que Canadá y México puedan detener “el flujo de drogas ilegales a través de la frontera”.
Ya en noviembre pasado, el primer ministro Justin Trudeau visitó la propiedad de Trump en Mar-a-Lago, Florida, para intentar apaciguar estas amenazas de aranceles aduaneros.
Luego, Canadá anunció una serie de medidas para fortalecer la frontera, con un paquete de 1.300 millones de dólares, pero Trump indicó que todavía tenía la intención de implementar su plan arancelario.
Donald Trump recordó su reunión con Justin Trudeau durante la conferencia de prensa del martes y afirmó en repetidas ocasiones que Canadá estaba subsidiada por Estados Unidos.
El líder republicano dijo que le preguntó a Trudeau por qué Canadá dependía del comercio con Estados Unidos y sugirió que el primer ministro respondiera que no lo sabía.
“Puedo responder. Lo hacemos por costumbre y lo hacemos porque amamos a nuestros vecinos y somos buenos vecinos. Pero no podemos hacerlo para siempre y es una enorme cantidad de dinero”, argumentó Trump.
“Dije que está bien si eres un estado. Pero si eres otro país, no queremos tenerlo”, añadió el presidente electo, sugiriendo que Canadá debería convertirse en el estado número 51.
El presidente electo también criticó el nivel de financiación militar de Canadá y dijo que sugirió que la leyenda del hockey Wayne Gretzky se postulara para primer ministro.
El lunes, después del anuncio de la próxima partida de Trudeau, Trump argumentó que el primer ministro renunciaba porque sabía que Estados Unidos no toleraría déficits comerciales con Canadá. También estimó que a muchos canadienses “les encantaría” que Canadá se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos.
