La Juventus gana después de 43 jornadas, superando al Monza en casa. Después de cuatro empates consecutivos, el equipo de Motta logró llevarse a casa tres puntos de oro que calmaron el ambiente. Incluso si la actuación no fue la mejor.
La Juve empezó fuerte y controló la posesión del balón, el equipo de Motta creó poco. Sin embargo, Monza defiende bien y sólo da posibilidades potenciales a la Juventus. En particular en las bandas, donde Yildiz y Conceicao atacan bien, al menos inicialmente, la profundidad busca el fondo del campo para cruzar hacia el centro.
La ventaja, sin embargo, llega tras un saque de esquina. Koopmeiners pone el balón al primer palo. Kalulu se acerca pero no lo toca, McKennie se apresura a meter el balón para poner el 0-1.
Parece el gol que allana el camino a la Juve, pero Monza reacciona con vehemencia. Y encuentra el empate. Monza amplía el juego por la izquierda para Carboni, que va hacia atrás y centra al segundo palo donde Birindelli, libre para disparar, volea y marca el empate con un gran disparo diagonal que Di Gregorio no puede hacer nada.
Tras el empate, la Juventus debe enfrentarse al bloque bajo del Monza, que espera a los bianconeri. El equipo de Motta tuvo problemas, pero se recuperó hacia el final. En un balón sucio metido por Locatelli, González aprovecha la inercia de la defensa del Monza y marca desde pocos pasos.
En la segunda parte los dos equipos estaban igualados pero no pasó nada más. Sólo algunas paradas de Di Gregorio por un lado y Turati por el otro. Pero al final gana la Juventus, este año también por 1-2 en Monza, como el año pasado.