Real Betis y Rayo Vallecano terminaron el año con empate en su encuentro en el Benito Villamarín. Los locales desaprovecharon varias oportunidades importantes en la segunda mitad, con Vitor Roque y Juanmi fallando en dos situaciones favorables para superar al portero rival Batalla, cuando podrían haber marcado el segundo gol.
De Frutos también tuvo una oportunidad al final del partido, pero mandó un disparo alto que pudo darle la victoria a su equipo.
Isco Alarcón regresaba como titular después de más de siete meses tras una lesión sufrida en mayo en Las Palmas.
En la primera parte del partido fue quien creó las mejores ocasiones, sobre todo en el primer minuto, cuando recibió el balón y permitió a Vitor Roque intentar un cabezazo que Batalla desvió a córner con mucha dificultad.
En el minuto 35, el malagueño convirtió un penalti cobrado por Vitor Roque, poniendo así en ventaja al Betis. Pese a dominar el partido, tras esa oportunidad inicial el equipo no pudo volver a utilizar al portero del Rayo. Tras unos primeros diez minutos complicados, los visitantes consiguieron encontrar ritmo, pero crearon poco peligro para la portería de Vieites, salvo un gol de Embarba anulado por fuera de juego poco después de la media hora de juego.
Poco después de iniciarse la segunda parte, Isi sorprendió a todos con un disparo desde 30 metros que se estrelló en el palo izquierdo de la portería defendida por Fran Vieites, cambiando el rumbo del partido. A partir de ese momento, el partido se convirtió en un continuo intercambio de ocasiones, pero los verdiblancos volvieron a mostrar dificultades para rematar. Además de los sensacionales errores de Vítor Roque y Juanmi, Perraud, Bakambu y Fornals también tuvieron ocasiones importantes, muchas de ellas creadas por Lo Celso, que elevó su nivel de juego tras la salida de Isco, que hasta entonces había sido bastante invisible.
Los cambios realizados por Pellegrini, entrando primero Assane y Fornals, seguidos de Juanmi y Bakambu, no fructificaron. De hecho, sólo el primero logró marcar la diferencia gracias a su velocidad, mientras que los otros tres desperdiciaron ocasiones clarísimas de gol que podrían haber cambiado el destino del partido.