El FC Nantes triunfó con una fácil victoria sobre JA Drancy en los octavos de final de la Copa de Francia, ganando 4-0. Si bien es costumbre que los clubes profesionales compartan las ganancias de las entradas con sus homólogos amateurs, Canarias ha decidido romper esta tradición.
El sábado 21 de diciembre, el FC Nantes viajó al Stade Bauer para enfrentarse a JA Drancy, un partido que se esperaba que fuera un mero trámite para los hombres de Antoine Kombouaré, que sortearon el encuentro sin caer en las trampas de la famosa Copa mágica de Francia. Si bien Canarias avanzó a los octavos de final con su aplastante victoria, está en los titulares por una razón diferente. Después del partido, la acción de Waldemar Kita causó asombro, ya que no compartió su parte de la venta de entradas con la dirección del club Drancy.
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Según informa Le Parisien, el FC Nantes ha decidido no respetar la tradición de compartir los ingresos de las entradas. Normalmente, los clubes profesionales permiten que los clubes amateurs a los que se enfrentan en la Copa de Francia se beneficien de una parte de las ganancias, creando un puente entre los dos mundos y permitiendo a los clubes más pequeños disfrutar de una buena afluencia de ingresos gracias a sus oponentes más grandes. Sin embargo, la dirección de Canarias optó por quedarse con los fondos. El club National 3 podría haber recibido una bonificación de 13.000 euros, una suma importante a este nivel del fútbol francés, sobre todo teniendo en cuenta las declaraciones del presidente del JA Drancy, que comentó que organizar este partido es, al fin y al cabo, una operación financieramente desventajosa.
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“Para nosotros, el viaje al Stade Bauer y todos los gastos correspondientes nos dejarán con un déficit de 40.000 euros”, explicó Alain Melaye, que también se mostró descontento con el comportamiento de los directivos del Nantes. “Me dijeron que el presidente Waldemar Kita estaba presente, pero nunca vino a visitarnos. También se negaron a asistir a la recepción posterior al partido. Es la primera vez que veo un comportamiento así”, concluyó, entristecido e irritado por la situación. Falta de clase del club de la Ligue 1 La actitud del equipo de Kita contrasta marcadamente con la de los jugadores del Nantes durante el partido, que formaron una guardia de honor para sus homólogos amateurs al final del partido. partido, mientras Kombouaré saludaba al árbitro de Drancy. Esto supone una nueva decepción para el fútbol amateur, que cada temporada se enfrenta a decepciones similares por parte de algunos clubes profesionales.
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