Desde la reelección de Donald Trump y su promesa de resolver el conflicto en veinticuatro horas, tras su esperada toma de posesión el 20 de enero en Washington, la posibilidad de poner fin a la guerra ha sido planteada en numerosas ocasiones, en particular por el presidente ucraniano, Volodymyr. Zelenski. Durante su interminable conferencia de prensa anual de este jueves 19 de diciembre, el propio Vladimir Putin sugirió que estaba listo para iniciar una “diálogo” con Kyiv. Antes de especificar que tal escenario sólo sería posible sobre la base “realidades sobre el terreno”. Una forma de decir que su país no devolvería los territorios conquistados. Nada nuevo bajo el sol, Putin lleva meses repitiendo los mismos clichés.
Por otro lado, durante sus más de cuatro horas y media de conferencia de prensa, durante las cuales respondió a las preguntas de los periodistas, pero también de los llamados ciudadanos comunes, el presidente ruso no mostró ningún remordimiento por la invasión de Ucrania. Por el contrario, afirmó que, si tuviera que volver a hacerlo, se habría lanzado “más temprano” su ofensiva contra su vecino. También dijo que estaba listo para reunirse con Donald Trump. “en cualquier momento”. El presidente electo de Estados Unidos pidió recientemente un alto el fuego lo antes posible. Los dos hombres no hablaron juntos. “desde hace más de cuatro años”. “Si alguna vez nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar”. afirmó Vladimir Putin, aunque por el momento no está prevista ninguna fecha. El presidente ruso, sin embargo, rechazó cualquier tregua que, según dijo, permitiría al ejército ucraniano “hacer una pausa” y rearmarse. Por su parte, Zelensky matizó recientemente su posición sobre posibles conversaciones, pero pidió a Occidente garantías sólidas de seguridad.
Aunque Putin dice que confía en el progreso de sus tropas en Ucrania, admitió que no sabe cuándo su ejército logrará expulsar a las fuerzas ucranianas de la región fronteriza rusa de Kursk. Todavía ocupan allí varios cientos de kilómetros cuadrados, a pesar de los intentos de las tropas rusas, apoyadas por soldados norcoreanos, de desalojarlos. Sin embargo, el presidente ruso aseguró que su ejército “Absolutamente ponerlos bajo control”. Esta ofensiva, la mayor en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, es motivo de vergüenza para el Kremlin, que quiere convencer de que el conflicto en Ucrania no tiene ningún impacto en la vida cotidiana de los rusos.
“Duelo de alta tecnología del siglo XXI”
El presidente ruso, orgulloso de su equipamiento militar, elogió su nuevo misil: el “Orechnik”. A “pobre moderno” que puede transportar una carga nuclear y atacar a miles de kilómetros de distancia. Desde su primer uso contra la ciudad de Dniéper, Vladimir Putin ha amenazado con atacar a Kiev e incluso a los países occidentales que arman a Ucrania. Durante su discurso televisado, sugirió a Occidente una “duelo de alta tecnología del siglo XXI” entre sus misiles y sus medios de defensa antiaérea.
También defendió la salud económica de Rusia, que según todos los economistas es muy mala, pero “mucho mejor que la mayoría de las economías de Europa, mientras que la del Reino Unido está muy por detrás”, según él. No mencionó la inflación del 9% ni los tipos de interés del 21%.