Vladimir Putin, por el contrario, estimó que Rusia se había vuelto “mucho más fuerte en los últimos dos o tres años”, ya que el ataque en Ucrania se lanzó en febrero de 2022.
“Si alguna vez nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar”, dijo.
Vladimir Putin aseguró que Rusia estaba dispuesta a un “diálogo” con Ucrania, pero sólo sobre la base de las “realidades sobre el terreno”, una manera de decir en particular que Rusia no devolverá los territorios que ha conquistado.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que desde hace tiempo se opone firmemente a las conversaciones, recientemente matizó su posición, pero está pidiendo a Occidente garantías de seguridad sólidas.
Vladimir Putin mostró este jueves su confianza al considerar que la situación está “cambiando radicalmente” en el frente de Ucrania. Sus tropas avanzan a un ritmo sin precedentes desde los primeros meses de 2022. Se encuentran a las puertas de varias ciudades de importancia militar, como Pokrovsk, Kurakhové y Koupiansk.
La situación en Kursk por aclarar
El presidente Putin, por otra parte, admitió que no sabía cuándo su ejército lograría expulsar a las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk.
Lanzaron allí una ofensiva sorpresa en agosto y aún controlan cientos de kilómetros cuadrados de la región, a pesar de los intentos de las tropas rusas, apoyadas según Kiev por soldados norcoreanos, de desalojarlos.
“Los derrotaremos absolutamente”, aseguró, sin embargo, el presidente ruso.
Esta ofensiva, la mayor en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, es motivo de vergüenza para el Kremlin, que quiere convencer de que el ataque en Ucrania no tiene ningún impacto en la vida cotidiana de los rusos.
Vladimir Putin también elogió su nuevo misil “Orechnik”, un “arma moderna” que puede transportar una carga nuclear y atacar a miles de kilómetros de distancia.
El ejército ruso utilizó por primera vez el misil el 21 de noviembre contra la ciudad ucraniana de Dnipro, presentándolo como una respuesta a los recientes ataques ucranianos contra suelo ruso utilizando misiles estadounidenses y británicos.
El presidente ruso amenazó con atacar a Kiev, e incluso directamente a los países occidentales que arman a Ucrania.
El jueves, Vladimir Putin propuso a Occidente un “duelo de alta tecnología del siglo XXI” entre el Orechnik ruso y sus activos de defensa antiaérea.
“Que determinen el objetivo, digamos Kiev”, dijo. “Haremos un strike allí y veremos qué pasa. »
“No debemos permitir tales fallas”
En el plano interno, el líder ruso criticó a sus servicios especiales, que no pudieron impedir el asesinato, el martes, del general ruso Igor Kirillov, fallecido el martes en una explosión en Moscú reivindicada por Kiev.
“No debemos permitir tales fallas”, insistió.
En una admisión poco común, el líder también admitió que la inflación galopante en Rusia, del 8,9% en noviembre, era una “señal preocupante”.
La economía rusa, después de haber resistido durante los últimos tres años, muestra signos de perder fuerza, en particular con un aumento de los tipos de interés que perjudica a las empresas, el debilitamiento del rublo y unas perspectivas sombrías para 2025.