El Jefe de Estado, Emmanuel Macron, llega a Mayotte este jueves por la mañana. En el avión del Presidente de la República viajaban cuatro toneladas de alimentos y productos sanitarios, así como socorristas. Una visita presidencial esperada, pero con ciertas reservas.
Se espera que Emmanuel Macron llegue a Mayotte este jueves por la mañana, cinco días después del paso del ciclón Chido por el archipiélago. El presidente visitará las camas de los pacientes, pero también de los cuidadores de CHM, antes de dirigirse a un “barrio destruido”.
Según un informe provisional del Ministerio del Interior, el ciclón dejó 31 muertos y 1.373 heridos. El estado de calamidad natural excepcional se activó el miércoles por la noche “para permitir una gestión más rápida y eficaz de la crisis y facilitar la aplicación de medidas de emergencia”, indicó François-Noël Buffet, ministro dimisionario de los Territorios de Ultramar. El miércoles por la tarde se organizó una primera distribución de reservas de alimentos procedentes de la Isla de la Reunión.
Una visita presidencial a un archipiélago exhausto que teme una decepción. “Al menos verá el desastre”, consuela Violaine.
“Emmanuel Macron, nadie habla de eso en Mayotte. Hablamos de saber si fulano de tal está vivo, cómo pudimos conseguir agua”, dice.
En algunas tiendas la comida está racionada. Por falta de agua, la pareja de Frédéric acudió a urgencias. La voz de este residente de Mamoudzou suena apagada al teléfono, su garganta parece apretada. Luego se molesta con la llegada del presidente. “Tenemos otras cosas que hacer además de rodearlo, cuidar su seguridad y darle comida. Durante este tiempo no se ocuparán de las peleas ni de los saqueos”, lamenta.
“La tranquilidad de un presidente es importante, pero también debe haber acciones”
Frédéric es testigo de una escalada de tensiones y peleas por la gasolina cerca de su negocio. “No hay armas ni recursos. Huele mal desde esta mañana. Huele a muerte, pero no hay nadie buscando”, denuncia.
Nadie busca y la ayuda que llega es “polvo”, afirma. Por eso la impaciencia va en aumento, afirma el senador Salama Ramia.
“Por supuesto, la tranquilidad de un presidente es importante. Pero también debe haber acciones en el lado que no podemos ver. Fuimos informados de la llegada de provisiones y alimentos. Pero por ejemplo, en mi pueblo de 15.000 habitantes, solo recibimos un camión. Es sólo para 200 personas”, dice.
A Salama Ramia le gustaría que Emmanuel Macron viera toda Mayotte e fuera más allá del símbolo.
Marion Gauthier con Guillaume Descours