Suchir Balaji, conocido por denunciar las prácticas de inteligencia artificial de OpenAI, fue encontrado muerto en su apartamento. La oficina del médico forense lo califica como suicidio.
El 26 de noviembre, la policía encontró el cuerpo sin vida de Suchir Balaji, un ex investigador de OpenAI. Fue declarado muerto en el lugar, en su departamento ubicado en San Francisco. Se suicidó, anunció la oficina forense del condado, aunque la investigación no reveló ningún rastro de crimen, anunció la BBC.
Suchir Balaji había trabajado durante cuatro años en OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT y Sora, pero abandonó la empresa en agosto de 2024 denunciando públicamente las acciones de su antiguo empleador, especialmente en cuestiones de ética. En particular, reveló las fallas de OpenAI con respecto a sus prácticas de recopilación de datos.
En una entrevista de octubre de 2024 con el New York Times, Suchir Balaji explicó que OpenAI violó intencionalmente la ley de derechos de autor de EE. UU. durante el desarrollo de ChatGPT, e incluso afirmó que la IA generativa estaba “dañando Internet”.
OpenAI explicó inicialmente que su modelo de lenguaje se basaba en “datos accesibles públicamente”, antes de dar un paso al costado y admitir, a través de la voz de su jefe, Sam Altman, que el contenido presentado con derechos de autor podría haber sido utilizado.
A raíz de estas revelaciones, varios medios internacionales, incluido el New York Times, anunciaron que presentaban una denuncia contra OpenAI por uso no autorizado de sus artículos.
A pesar de este pasado tumultuoso, OpenAI quiso rendir homenaje a su antiguo investigador, declarándose “devastado” por la noticia: “Nuestros pensamientos están con los seres queridos de Suchir en este momento difícil”.