Los rebeldes de ayer son los pioneros de hoy

No es sólo fútbol en el escenario durante la Eurocopa. ¿El espectáculo en el campo? Es casi un pretexto. Por supuesto habrá partidos increíbles y encuentros mucho más propicios para la hora de la siesta. El sorteo realizado este lunes así lo sugiere. Evidentemente aquellos a los que no les importa el fútbol tienen derecho a pasar el verano sin ver un solo minuto de juego. Aún así podrán beneficiarse indirectamente. Aunque sólo sea si tienen una hija, una sobrina, una vecina que creció queriendo jugar como Beckham o como Wälti.

La Eurocopa 2025 promete aumentar las oportunidades para las niñas que quieran jugar al fútbol. De eso se trata. Un movimiento que va más allá del simple torneo, para tocar directamente a la población. El fútbol femenino no se verá frenado en su impulso, porque los quejosos que critican el acontecimiento están de todos modos despotricando contra el mundo entero.

No más debates sobre derechos humanos en Qatar ni los viajes internacionales que se realizarán entre Canadá, Estados Unidos y México. El fútbol femenino conlleva otras batallas. Transmite otros valores, y lo ha hecho desde que las futbolistas han tenido la osadía de querer poner un pie en el terreno de juego.

De no deseados a pioneros, sólo han pasado unas pocas décadas. Quizás queden incluso algunos años para que el público en general tenga más respeto que tolerancia hacia las jugadoras. O este cambio de estatus podría producirse rápidamente, en el transcurso de un verano, siempre que los espectadores sigan el mismo camino que sus nuevos ídolos. Pioneros que quizá habrían digerido menos todas las serpientes que ha habido que tragar en el fútbol en los últimos años.

Rebeca García Es periodista en la sección de deportes. Licenciada en periodismo por la Universidad de Neuchâtel, está especialmente interesada en el esquí alpino y en la economía del deporte.Más información

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