El sospechoso de 22 años, que acudió el sábado a la gendarmería de Ghyvelde (norte), una pequeña ciudad en la frontera belga, sentía resentimiento hacia su primera víctima, Paul Dekeister, que era su antiguo empleador, dijo el sospechoso. Abogada, Véronique Planckeel.
Este hombre de 29 años, que dirigía una empresa de transporte por carretera, fue asesinado a tiros alrededor de las 15.15 horas del sábado en Wormhout, delante de su casa.
“No sabemos cómo se rescindió el contrato de trabajo”, dijo a la AFP el abogado, para quien “quedan muchas zonas grises” sobre el motivo.
Según una fuente cercana al asunto, la venganza tras una disputa profesional es una de las vías preferidas.
“No estoy seguro de que este chico entienda”
Planckeel subraya que su cliente, detenido desde el sábado, “reconoció espontáneamente los hechos y está muy tranquilo, muy tranquilo”. Sin embargo, “no está segura de que este chico comprenda realmente las consecuencias de sus acciones” ni de que “sabe qué responder” a los investigadores.
El presunto asesino también era empleado de la empresa Eamus Cork Security (ECS) para la que trabajaban sus dos siguientes víctimas, dos agentes de seguridad, indicó Patrick Guerbette, fundador de ECS, durante una rueda de prensa.
Cumplió “un período de contrato de formación y profesionalización (…) hace más de un año y medio” durante el cual no fue objeto de “ningún reproche”, añadió Guerbette. Según él, entonces “no había estado en absoluto” en contacto con los dos agentes atacados.
Estos dos padres treintañeros, Marc y Aurélien, fueron asesinados hacia las 16.00 horas en la zona portuaria de Loon-Plage, en las afueras de Dunkerque. Se encontraban en una misión de vigilancia a bordo de un vehículo de la empresa, añadió Bruno Willems, director general de ECS, durante la rueda de prensa.
Para Patrick Guerbette, “cualquiera que hubiera estado allí, en ese momento en el camino, podría haber sido una víctima”.
Según el abogado del sospechoso, de los dos agentes de seguridad, “parece que conocía a uno de vista, eso es todo”.
“Miedo, estrés e inseguridad”
Finalmente, añadió, actualmente “no hay explicación” para el asesinato, ocurrido unos minutos más tarde y a cinco kilómetros de distancia, de dos inmigrantes cerca de un campamento.
Estos “podrían ser de nacionalidad iraní (…) de 19 y 30 años”, afirmó el domingo la fiscal de Dunkerque, Charlotte Huet, en un comunicado de prensa.
Una fuente cercana al caso informa que fueron atacados por casualidad.
“Muchas personas” en el campo “nos han pedido protección, alojamiento”, afirmó Célestin Pichaud, coordinador de la asociación Utopia 56. “El miedo, el estrés y la precariedad están en su máximo”, alertó.
El sospechoso “es desconocido para la policía y la autoridad judicial” y “se encontraron varias armas de fuego en su coche”, afirmó el domingo Charlotte Huet.
La investigación fue abierta por “asesinatos precedidos, acompañados o seguidos de otro delito” y “adquisición, tenencia, porte y transporte de armas de categoría A y B”, hechos penados con cadena perpetua.
Esta custodia policial puede durar “hasta 96 horas, es decir hasta el miércoles”, precisó la fiscal en su comunicado.