Londres (awp/afp) – Los precios del petróleo cayeron el lunes, a la espera de los efectos de la recuperación prevista en China, como lo demuestra el indicador de las ventas minoristas que se han desacelerado en el país.
Hacia las 09:50 GMT (10:50 CET), el precio del barril de Brent del Mar del Norte, para entrega en febrero, perdía un 0,71%, hasta 73,96 dólares.
Su equivalente estadounidense, el barril de West Texas Intermediate (WTI), para entrega en enero, cayó un 0,95% a 70,61 dólares.
“Las estadísticas chinas de noviembre siguen siendo decepcionantes”, explica Bjarne Schieldrop, analista de SEB y para quien las medidas de recuperación de Pekín aún no han alcanzado la escala suficiente para reactivar la economía del país.
Las ventas minoristas crecieron sólo un 3% interanual en noviembre, anunció la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE), una desaceleración significativa desde el 4,8% registrado en octubre.
Esta cifra es significativamente inferior a las previsiones de los analistas encuestados por la agencia Bloomberg (5%).
China es el mayor importador de petróleo del mundo y su salud económica es decisiva para el precio del oro negro. Su crecimiento económico seguirá siendo lento “sin un cambio radical en el comportamiento de gasto de los individuos”, afirma John Evans, analista de PVM.
Pekín ha anunciado en los últimos meses una serie de medidas para apoyar su economía, incluida una futura flexibilización de su política monetaria, pero algunos expertos creen que es necesario un estímulo presupuestario más directo para impulsar el consumo para restaurar plenamente la salud de la economía china.
Además, las sanciones occidentales a las flotas de petroleros “fantasmas” rusas e iraníes están en el centro de las intrigas del oro negro. La semana pasada, los precios subieron, sobre todo debido a las “previsiones de sanciones contra Rusia e Irán”, recuerda John Plassard, analista de Mirabaud.
“Cada vez más compradores chinos rechazan barcos sancionados”, informa Bjarne Schieldrop.
Según el analista, China, que compra “casi el 90% del petróleo exportado por Irán”, corre el riesgo de verse presionada a este respecto por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y optará “sin dificultad” por mantener su comerciar con Estados Unidos en lugar de persistir en comprar petróleo iraní.
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