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Editorial Ploërmel
Publicado el
16 de diciembre 2024 a las 10:20
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TIENE Campénéac (Morbihan)los voluntarios del sistema de gorros rojos de los municipios deAugan, Beignon, Campénéac, Concoret, Loyat, Néant-sur-Yvel, Paimpont y Tréhorenteuc se reunieron para una mañana simbólica.
El acto, marcado por la firma de la carta de misión y la presentación oficial de las casullas, reunió a funcionarios electos, representantes de SDIS 56 y la asociación de conservación Val sans retur así como Claire Liétard, subprefecta de Morbihan.
Voluntarios capacitados para desastres
Este sistema, creado por Paul Ancelin para responder a los incendios de 1990, se basa en voluntarios capacitados para intervenir en caso de un desastre natural. Actualmente hay alrededor de sesenta.
Bajo la autoridad de los alcaldes, las gorras rojas forman parte de un reserva de seguridad civil intercomunalmovilizando también a los agricultores locales y sus equipos.
“Es un momento privilegiado que nos une en la protección de este espacio natural legendario y que nos une a todos”, declaró Hania Renaudie, alcaldesa de Campénéac.
“Me gustaría que tuviéramos siempre un ojo puesto en el bosque”, declaró André Eon, vicepresidente de la asociación para la preservación del Valle Sin Retornoantes de detallar la actualización del sistema y el contenido de la carta de misión.
Prevención y apoyo logístico
Junto a agricultores y bomberoslos gorros rojos desempeñan un papel clave en la protección del macizo de Brocéliande.
Identificados por sus nuevos uniformes e insignias oficiales, estos voluntarios están capacitados para intervenir de manera coordinada y segura.
Sus principales misiones incluyen:
- Monitoreo de áreas sensibles para prevenir incendios e identificar rápidamente peligros.
- Información y sensibilización pública sobre buenas prácticas, como prohibir fumar, respetar los senderos señalizados o prohibir las fogatas.
- Dirección de los servicios de emergencia para agilizar la intervención de los bomberos y limitar los daños en caso de catástrofe.
- Apoyo logístico: gestión de puntos de recepción, control del tráfico y asistencia en la evacuación de residentes si fuera necesario.
- Monitoreo post-desastre, con la misión de monitorear los focos de incendio y brindar información sobre las restricciones de acceso a las áreas afectadas.
Los gorros rojos están ahí para vigilar e intervenir rápidamente, pero siempre dentro del marco definido por el ayuntamiento y los servicios de emergencia y sin iniciativa individual.
Colaboración reforzada con los bomberos
La coordinación con bomberos está en el corazón del sistema.
Los agricultores locales, equipados con equipos adecuados, como tractores y cultivadoras, se movilizan para apoyar las operaciones de socorro. Pueden, por ejemplo, revitalizar los puntos de agua, tratar las fronteras o crear cortafuegos.
Un funcionario específico de la SDI 56 supervisa estas intervenciones para garantizar una integración fluida en los equipos de rescate. La formación renovada, el inventario de recursos y la mayor visibilidad de los voluntarios nos permiten mirar al futuro con serenidad.
“Estoy impresionado por la organización y la movilización. Es un sistema ambicioso basado en la buena voluntad. Es esencial afrontar los riesgos”, se felicita Claire Liétard.
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