Se dice que la marca china Ji Yue, propiedad de Geely y del especialista en inteligencia artificial Baidu, se encuentra en grandes dificultades. Abandonada por sus accionistas, la empresa conjunta provocó la ira de sus empleados chinos. Dificultades que podrían extenderse a unos 130 pequeños fabricantes chinos, víctimas de la guerra de precios de la electricidad en el mayor mercado del mundo.
Según varios medios chinos, los empleados El fabricante chino de coches eléctricos Ji Yue, una empresa conjunta de Baidu y Geely, interrogó el jueves a su director general después de que el fabricante acabase de anunciar que buscaba nueva financiación y reduciría sus proyectos.
Una guerra de precios en el mercado chino
Recordemos que el mercado chino se enfrenta a una guerra de precios de la electricidad que está poniendo en dificultades a muchos fabricantes, incluidos los occidentales pero también los chinos. Según Reuters, p.Se transmitieron en línea varios videos, así como transmisiones en vivo desde la sede del fabricante de automóviles en Shanghai, que mostraban a docenas de personas, algunas con insignias de empleados, rodeando al director ejecutivo Xia Yiping mientras exigían saber cuándo les pagarían. Como recordatorio, el gigante chino Geely posee el 65% de Ji Yue, mientras que Baidu posee el 35% restante. Fundaron la empresa como Jidu Auto a principios de 2021 y la rebautizaron como Ji Yue el año pasado. Produjo dos modelos: el Jiyue 01 EV y el Jiyue 07 EV, que tuvieron unas ventas totales de 9.767 unidades en septiembre, según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles.
Un movimiento para consolidar el mercado eléctrico
Las dificultades del sector corren el riesgo de acelerar la desaparición de las pequeñas marcas, marginadas en un mercado que cuenta con más de 130 marcas activas de vehículos eléctricos e híbridos, estima John Zeng, responsable de previsiones de mercado para China de GlobalData. Los consumidores recurrirán cada vez más a los actuales líderes del mercado, añadió. Esta consolidación natural del sector eléctrico afecta también a los fabricantes occidentales que operan en China.
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