Dos petroleros rusos se hundieron el domingo 15 de diciembre durante una tormenta en el estrecho de Kerch, que separa Crimea anexada por Moscú y Rusia. El incidente provocó la muerte de al menos un marinero y una fuga de combustible en el Mar Negro, anunciaron las autoridades rusas. Kiev hace sonar la alarma ante la amenaza de una nueva catástrofe medioambiental, mientras que el ecosistema marino ya se ve gravemente afectado por la guerra.
Con nuestro corresponsal en Kyiv, Emmanuelle Chaze
Las imágenes de dos petroleros rusos hundiéndose, rompiéndose y hundiéndose en el Mar Negro circularon ampliamente el domingo en Ucrania y en Rusia. La fuga de más de 4.300 toneladas de fueloil, un derivado del petróleo crudo, creó mantos negros de contaminación, mientras los rescatistas intentaban ayudar a los equipos.
“Debido a una tormenta en el Mar Negro, dos petroleros, el Volgoneft-212 y el Volgoneft-239, sufrieron un accidente”, informó la Agencia Federal Rusa de Transporte Fluvial y Marítimo (Rosmorretchflot). En Telegram, añade que esta doble inmovilización provocó “un vertido de productos petrolíferos” y que se enviaron dos remolcadores y dos helicópteros en el marco de una operación de rescate.
Kiev acusa a Moscú de irresponsabilidad al permitir la navegación de estos petroleros en plena tormenta mientras emerge una nueva amenaza medioambiental en la región.
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