El desmantelamiento de las zonas criminógenas en el Gran Conakry, iniciado por la Fiscalía, provocó la detención de varios extranjeros, principalmente sierraleoneses, que fueron repatriados a su país.
Sospechosas de participar en actividades consideradas una amenaza para la seguridad de Guinea, más de 200 personas “presuntamente sierraleonesas” fueron cargadas en camiones del ejército y transportadas al puesto fronterizo de Gbalamuya, en el distrito de Kambia, el martes 10 de diciembre de 2024.
Sin embargo, Freetown lamenta que “no se haya notificado esta acción a las autoridades de Sierra Leona, ni en la frontera de Gbalamuya ni en la embajada de Sierra Leona en Conakry”, afirmó la policía de Sierra Leona en un comunicado de prensa.
Cierre de fronteras
Sin estar seguros de la nacionalidad de las personas repatriadas, la seguridad de Sierra Leona en la frontera negó la entrada y le dijo a Guinea que siguiera los protocolos establecidos para la repatriación de extranjeros. “Esto resultó en un breve enfrentamiento el miércoles 11 de diciembre, durante el cual se cerró temporalmente la frontera”, dice el comunicado.
Ante la intransigencia de su vecino, Guinea finalmente obedeció el procedimiento emitiendo “una notificación oficial sobre la repatriación prevista”.
“Ahora las personas están sujetas a controles de salud y seguridad para confirmar su identidad. Si se verifica que son sierraleoneses, serán reintegrados con sus familias en todo el país. La frontera se ha reabierto y se han reanudado las operaciones normales”, dijo Freetown.
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