Las fuertes ráfagas de viento provocadas por la tormenta Darragh perturbaron el aterrizaje de un avión de Air France el domingo 8 de diciembre en Normandía.
Los pasajeros del vuelo AF 1674 entre Lyon y Caen vivieron un gran susto este domingo por la tarde. Cuando el avión se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Carpiquet hacia las 16.50 horas, el piloto finalmente decidió dar la vuelta.
Esto se debió a las violentas ráfagas de viento que sacudieron la aeronave a pocos metros del suelo. “Desde el principio, el capitán nos advirtió que las condiciones de aproximación en Caen serían difíciles y con un alto riesgo de turbulencias”afirma Pierre, un pasajero de Cherburgo, entrevistado por Francia Normandía Azul.
El vuelo transcurrió sin contratiempos hasta acercarnos al aeropuerto: “Las cosas no salieron según lo planeado, resume Pedro. Justo antes del aterrizaje, unas ráfagas muy fuertes hicieron que el avión se tambaleara de derecha a izquierda. Se inclinaba tanto que, por momentos, un ala parecía a punto de tocar el suelo. Fue un momento de pánico”.
Condiciones climáticas particularmente difíciles
“Curiosamente la mayoría de los pasajeros permanecieron tranquilos, tal vez congelados por el miedo, pero hubo algunos gritos”continúa Pierre. Ante las condiciones meteorológicas particularmente difíciles en Normandía, el capitán optó por no intentar un segundo desembarco.
A continuación, el avión se dirigió al aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, donde aterrizó sana y salva media hora más tarde, según informan nuestros compañeros.
Para los pasajeros, el viaje en autocar fue una oportunidad para recordar este importante episodio. “En retrospectiva, me sigue sorprendiendo que el vuelo se haya mantenido, especialmente con una tormenta así prevista en Caen”confía Pierre. “¿Por qué asumiste el riesgo? Fue realmente extraño no cancelarlo en tales condiciones”.
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