Los bomberos de Ain fueron llamados este lunes al mediodía por una fuga de gas en Saint-Maurice-de-Beynost. Tras los trabajos en una tubería exterior, los bomberos tuvieron que confinar una escuela, un centro social y tres viviendas. La operación salió bien, pero presenta riesgos. Los servicios de emergencia son cautelosos con el gas.
Al final de la mañana, en la carretera de Ginebra, se rompió un tubo de gas tras las obras realizadas en la carretera. Muy rápidamente, los bomberos intervinieron y comenzaron a evacuar tres viviendas, donde se encontraban unas diez personas.
Una escuela vecina, a unos cien metros de distancia, quedó confinada. En el interior, 230 niños esperaban a que finalizara la intervención. Un centro social donde había 20 personas vivió el mismo percance.
Los agentes del GRDF lograron “detener la fuga” un poco antes del mediodía. Luego los bomberos llevaron a cabo “lecturas de explosimetría”. Pasado el riesgo de explosión, todas las personas pudieron retomar sus actividades normales alrededor de las 12:15 horas.
Una operación “siempre delicado” según un comandante de bomberos. “El gas es furtivo, tomamos todas las precauciones necesarias. Nunca es trivial, intervenciones como estas hay que tratarlas con atención”explica la misma fuente.
Una decena de bomberos se encontraban en el lugar y no se registraron víctimas.
