A Grecia le espera (de nuevo) un verano especialmente difícil: el domingo se produjeron dos grandes incendios forestales en Ática, la región de Atenas, y las autoridades temen lo peor para el período estival. Este país sufre muchos incendios cada año, pero la situación podría ser peor este año, después del invierno más suave registrado y también de la primera ola de calor, con temperaturas que alcanzan los 44°C.
El incendio del domingo en la región de Keratea, a unos 20 kilómetros al sur de la capital griega, comenzó en la región de Plaka, una zona tupida. Se acercaba a las casas a primera hora de la tarde y los fuertes vientos amenazaban con extender el desastre, según la Agencia de Noticias de Atenas.
Para intentar poner fin al incendio se desplegaron unos sesenta bomberos y 17 vehículos, además de ocho aviones y dos helicópteros. Poco después de las 12:30 horas (09:30 GMT), las autoridades establecieron un sistema de alerta, pidiendo a los residentes de las zonas de Markati, Plaka y Panorama que evacuaran hacia Lavrio.
Al norte de la capital se produjo otro incendio en el suburbio de Stamata, cuyos residentes tuvieron que evacuar sus casas. Una zona industrial de Ritsona, en la isla de Eubea, que se extiende a lo largo de casi 160 kilómetros en el mar Egeo, también quedó envuelta en llamas el domingo.
Humo negro se elevaba sobre una planta de reciclaje, en cuyo lugar se amontonaban neumáticos, colchones y otros materiales. Los bomberos intentaban evitar que el fuego se extendiera a otras fábricas.
El sábado se pudo controlar un gran incendio en la misma región, al igual que el domingo por la mañana el que se declaró la víspera en la isla de Serifos, tras causar importantes daños. “Todo el suroeste de Serifos ardió. Las llamas se detuvieron cuando llegaron al mar”, dijo el alcalde de Serifos, Konstantinos Revintis, a MEGA TV.
El mapa de previsión publicado el domingo por el Ministerio de Protección Civil advertía de un riesgo muy alto de incendios para el Ática (donde se encuentra Atenas), el sur de la península del Peloponeso, la isla de Creta, el norte y el sur del mar Egeo y el centro de Grecia.
El sábado, un incendio en el monte Parnitha, no lejos de la capital, sólo pudo apagarse después de varias horas, con la ayuda de refuerzos de varias otras regiones, así como de bomberos voluntarios. En total, durante la jornada del sábado se produjeron más de cuarenta incendios en Grecia, con vientos que a menudo superaban los 100 km/h, según los bomberos.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en su publicación semanal en Facebook del domingo, pidió a sus compatriotas que se preparen para una temporada difícil. “Nos esperan tiempos difíciles. Nuestro esfuerzo es continuo, con la ayuda de nuevas herramientas que ayuden a construir una nueva cultura de prevención y responsabilidad”, escribió.
Así, subrayó, “el incendio en Parnitha fue extremadamente grave pero afortunadamente fue detectado inmediatamente gracias al sistema de vigilancia con drones instalado este año en los bosques y las zonas montañosas de la región ‘Ática’.
