DESCRIPCIÓN – Los mercenarios de Wagner fueron invitados a la República Centroafricana y a Mali tras la partida de los soldados franceses, haciendo de estos países los laboratorios de su “saber hacer”.
A finales de octubre de 2016, Francia puso fin a la Operación Sangaris. Los últimos soldados, desplegados a finales de 2013 para detener el ciclo de violencia que sacudió esta antigua colonia, se marcharon volando. Las autoridades de Bangui y el presidente recién elegido, Faustin-Archange Touadéra, se quejan de esta salida que consideran « precipitado »temiendo con razón el caos. En vano. Este era ya el tono en 1997, cuando París cerró las dos bases militares, en Bouar y Bangui, el antiguo “portaaviones” de África Central.
Los franceses están seguros de que en realidad es sólo un adiós. « Volvemos a la República Centroafricana cada diez años »luego estima un oficial. Nadie en el Estado Mayor ni en el Elíseo imagina que la situación política interna pueda mejorar, ni que una potencia pueda interesarse por este país olvidado por todos. Una ceguera que Francia pagará.
Lea también
“Al menos era un verdadero patriota”: un año después de la muerte de Prigozhin, los antiguos alumnos de Wagner velan por su memoria
Todo sobre su estrategia de molestia contra Occidente, Rusia que luego busca recuperar un punto de apoyo en…
Este artículo está reservado para suscriptores. Te queda un 88% por descubrir.
¿Quieres leer más?
Desbloquea todos los elementos inmediatamente. Sin compromiso.
¿Ya estás suscrito? Acceso
Belgium