Mientras grupos rebeldes y yihadistas se han apoderado de Alepo y están “a las puertas” de Hama, la cuarta ciudad del país, Rusia señala con el dedo a Ucrania y sus servicios de inteligencia, a los que acusa de apoyar militarmente la rebelión. Rusia, aliada de Bashar al-Assad, ha intervenido militarmente en Siria durante casi 10 años.
El embajador ruso ante la ONU acusó el martes (3 de diciembre) a Ucrania de apoyar militarmente a los combatientes del grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que lideran una ofensiva contra las fuerzas sirias en el noroeste de Siria.
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Ucrania “motivada por el odio contra Rusia y Siria”
“Queremos llamar especialmente la atención sobre las huellas identificables que apuntan a la principal dirección de inteligencia ucraniana, el GUR, en la organización de las hostilidades y en el suministro de armas a los combatientes en el noroeste de Siria”, declaró Vasily Nebenzia durante una conferencia de prensa. Reunión del Consejo de Seguridad sobre la escalada de hostilidades en Siria.
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“Nos referimos a la identificación en la provincia de instructores militares ucranianos… que entrenaban a los combatientes del HTS en operaciones de combate”, añadió. “Los combatientes del HTS no sólo no ocultan que cuentan con el apoyo de Ucrania, sino que hacen alarde de ello”, afirmó, acusando a Ucrania de haberles proporcionado aviones no tripulados en particular.
“Continúa la cooperación entre terroristas ucranianos y sirios motivados por el odio contra Siria y Rusia, para el reclutamiento de combatientes en las fuerzas armadas ucranianas y para organizar ataques contra las tropas rusas y sirias en Siria”, añadió el embajador.
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Una coalición de rebeldes dominada por el grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaeda, lanzó el 27 de noviembre una deslumbrante ofensiva en el noroeste de Siria, apoderándose de decenas de localidades y de gran parte de Alepo, segunda ciudad del país, antes de continuar su progresión hacia el sur. Rusia, que interviene militarmente en Siria desde 2015, es uno de los principales aliados del presidente sirio Bashar al-Assad.
