Continúa la luna de miel entre SpaceX y la NASA. Después de seleccionar su cápsula tripulada Crew Dragon para transportar astronautas a la ISS y su módulo de aterrizaje para el programa de regreso a la Luna Artemis, la agencia espacial estadounidense acaba de adjudicar un nuevo e importante contrato a la empresa dirigida por Elon Musk.
La seleccionó para desarrollar el vehículo espacial encargado de sacar de órbita la Estación Espacial Internacional (ISS). La información se hizo pública mediante un comunicado de prensa emitido el 26 de junio.
Ya era hora de pensar en ello. La jubilación ya no está muy lejos para la nave espacial más grande jamás construida por el hombre y que desde hace 24 años recibe tripulaciones de forma ininterrumpida para realizar experimentos científicos en microgravedad. La estación deberá cesar su actividad en 2030, mañana en el espacio-tiempo.
Aún se espera el contrato del lanzador
Mientras SpaceX gestionará la construcción, la Agencia Espacial de Estados Unidos estará a cargo de las operaciones en el espacio. “Mientras la empresa desarrollará la nave espacial desorbitada, la NASA tomará posesión de ella después del desarrollo y la operará durante toda su misión”, explica la NASA en el correspondiente comunicado de prensa.
El contrato firmado con SpaceX podría alcanzar un valor máximo de 843 millones de dólares. El comunicado de prensa de la agencia espacial estadounidense no especifica si la obtención del contrato dio lugar a un proceso competitivo ni cuáles fueron los criterios de selección. La NASA aún tiene que seleccionar un lanzador para poner en órbita esta futura nave espacial.
A la ISS le espera un triste destino: empujada por este vehículo espacial, acabará por desintegrarse durante su reingreso a la atmósfera. Las piezas que sobrevivan a esta prueba deberán caer en zonas deshabitadas. Sin ofender a SpaceX, el vehículo que desarrollará no será reutilizable como sus cohetes y además será destruido durante el reingreso a la atmósfera.
Retirada de la órbita baja
La elección de SpaceX recuerda el papel protagonista de la NASA en la gestión de la ISS. La agencia estadounidense recuerda que otras cuatro agencias espaciales han contribuido a la construcción y al desarrollo de la estación desde 1998: la agencia rusa Roscosmos, la agencia espacial europea, la agencia canadiense CSA y la agencia japonesa JAXA.
Cada agencia es responsable de controlar y supervisar el equipo que proporciona. “La salida segura de la ISS es responsabilidad de las cinco agencias”, dijo la NASA en su comunicado de prensa. Si la agencia rusa se compromete a continuar sus operaciones a bordo de la EEI hasta al menos 2028, sus socios proseguirán sus esfuerzos hasta 2030.
La NASA ha decidido desvincularse de las actividades espaciales en órbita baja para centrarse en objetivos más lejanos como la Luna, Marte y la exploración del espacio profundo. Para la órbita cercana, apoya proyectos de estaciones espaciales llevados a cabo por empresas privadas como Blue Origin (propiedad de Jeff Bezos) o la de Axiom a la que alquilará capacidades para seguir realizando experimentos en microgravedad.
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