A más de 2 kilómetros del mar, la presencia de una foca muerta en la carretera cerca de Paimpol el jueves 28 de noviembre conmocionó al público. Y tú ?
Sami Hassani, director de Acmom (Asociación para la Conservación de los Mamíferos y las Aves Marinas): Alguien debió recoger al animal y ponerlo en un remolque o en una plataforma. Realmente no creo en la tesis de los pescadores. Si estuviera muerto, realmente no veo por qué lo habrían recuperado y menos colocado allí en medio de la carretera, posiblemente provocando un accidente. La segunda hipótesis, más probable, es que el animal todavía estaba vivo, muy débil, y que la persona quiso llevarlo al veterinario pero se cayó en el camino.
¿Qué sabemos sobre este sello?
Era una foca gris joven del año, nacida en octubre o noviembre. Estaba muy delgado, pesaba menos de 20 kg y había perdido todas sus reservas, lo que habría permitido su captura. Porque de lo contrario, incluso cuando está enferma, una foca lucha y muerde si te acercas a ella, atraparla es un poco un deporte. Actualmente estamos recibiendo muchas focas de este tipo en el centro de atención Acmom ubicado en Océanopolis: crías de año que han sido destetadas pero que no pueden comer adecuadamente. Muchos de ellos mueren antes de finalizar el primer año si no reciben tratamiento.
Para que hubiera una investigación tendría que haber un testigo, alguien que viera a alguien transportarlo.
¿Sabremos más sobre las causas de su muerte?
Sí. El procedimiento de la red nacional de varamientos, de la que formamos parte, prevé que al animal descubierto, si está muerto y en buen estado, se le practica una necropsia para descubrir las causas de su mortalidad. Los animales jóvenes débiles como estos suelen sufrir infecciones respiratorias o digestivas. Por tanto, la foca fue transportada el mismo día al zoológico de Ploufragran por agentes de la Oficina Francesa de Biodiversidad. Los análisis aún están en curso, la búsqueda de virus o bacterias puede llevar tiempo.
¿Se podría llevar este caso ante los tribunales?
La manipulación de una especie protegida está prohibida, por lo que podría haber una investigación aunque haya pocas posibilidades. Para eso tendría que haber un testigo, alguien que viera a alguien transportarlo. Vivimos un caso similar hace unos años, en Concarneau. Un pescador había recuperado la cabeza de una foca para hacerla como elemento decorativo. Excepto que alguien lo había visto, la gendarmería marítima había investigado y las cámaras de vigilancia del puerto permitieron identificarlo.
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