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El coste de vida es cada vez más caro para el ciudadano que reside en la ciudad de Niamey. Durante esta época fría, en los mercados se ve la abundancia de verduras, pero es difícil conseguirlas debido a sus precios que aumentan cada día. Esta situación sigue teniendo un fuerte impacto en la cesta de los hogares, aunque se observa una tendencia a la baja en determinados productos.
La población de Niamey sigue enfrentándose a una vida cotidiana cada vez más difícil. En los mercados de la capital, los clientes se quejan cada día del aumento de los precios de los productos de temporada, en particular de las verduras. Los revendedores están tratando de explicar esta situación. Abdoul Nasser, vendedor de verduras en el pequeño mercado de la capital, nos explica que casi todas las verduras disponibles en los mercados son productos importados. “Pero en enero nuestros propios productos estarán disponibles; las semillas han empezado a germinar”, confió.
También subrayó que el precio de determinadas hortalizas ha experimentado una caída considerable y otras un aumento exagerado. Este es especialmente el caso de las cebollas, cuyo precio, según Abdoul Nasser, aumenta cada día. “El precio de las cebollas no hace más que aumentar respecto a la semana pasada: el saco de 50 kg se vende a 50.000 francos CFA y el de 100 kg a 80.000 francos CFA, o incluso a 90.000 francos CFA”, señala.
Las patatas también experimentaron un incremento del 40% sobre el precio habitual. Sin embargo, el kilogramo de patatas se vende a 1.000 francos CFA y la bolsa a 100.000 francos CFA. “La semana pasada, el precio era de 700 francos CFA por kilo y de 60.000 francos CFA por saco”, añade el joven comerciante. La bolsa de okra fresca que costaba 40.000 francos CFA se comercializa a 50.000 francos CFA, la medida de 2.500 francos CFA ha aumentado a 2.750 francos CFA, o incluso a 3.000 francos CFA.
Así, el kilogramo de ajo que se vendía a 2.500F, hoy está a 2.600F; la medida a 7,000F y la media medida a 3,500F. “Sin embargo, viene de Agadez, el transporte es caro y viene con arcilla y todo tipo de residuos, tenemos que clasificarlos para separarlos de estas impurezas y después el peso del kilogramo va disminuyendo”, explicó Abdoul. Nasser.
El precio de los pimientos ha bajado. Antes, el cucharón estaba a 4500F, hoy está disponible a 3500F. “Esta es la bolsa que tuvo una caída de 10.000F, antes era de 40.000F, hoy es de 30.000F”, añadió. El precio de los tomates también ha bajado. La canasta estaba a 30,000F, ahora es accesible a 25,000F. La pila central que estaba a 700F volvió a 500F. El precio del saco de pepinos también ha bajado significativamente, se cotizaba a 25.000F pero ahora ha vuelto a 7.000F.
Los consumidores se quejan del alto coste de los condimentos. Según Nafissa, últimamente las verduras se han vuelto como diamantes, son intocables. “Es difícil, el presupuesto que antes usaba para pagar mis condimentos ahora me resulta insuficiente. Todo se ha vuelto caro y cada día es peor”, lamenta. “Todos los días me levanto con esta preocupación, porque puedo pasar media mañana pensando en el menú que puedo hacer con mi modesta suma”, lamenta su amiga Haoua.
Mariama Souley (Pasante)