La Fundación Mo Ibrahim publicó, el 19 de junio de 2024, su informe anual titulado “Las necesidades financieras de África: ¿dónde están los recursos?”, en el que pide una reforma financiera drástica para África.
El informe destaca el hecho de que en realidad los recursos existen, pero no se implementan ni se aprovechan adecuadamente, particularmente en lo que respecta a los recursos internos.
El informe revela que las necesidades financieras para alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo son asombrosas, con estimaciones de hasta 1,3 billones de dólares al año para algunos objetivos. A pesar de esto, la financiación actual, ya sea proveniente de la Asistencia Pública para el Desarrollo (AOD), la deuda o los recursos internos, es insuficiente o está mal dirigida.
Para Mo Ibrahim, fundador y presidente de la fundación del mismo nombre, “es urgente cambiar radicalmente el paradigma. No corresponde a África resistir más ni a sus socios considerar qué cantidad adicional podrían poner todavía sobre la mesa. El verdadero tema no es todavía más medios. sino simplemente medios mejor adaptados”.
El informe comienza presentando las distintas estimaciones de las necesidades existentes, tanto en términos de desarrollo como de clima, en lo que respecta al continente africano. Múltiples, a menudo divergentes según las fuentes, constantemente actualizadas, todas coinciden en al menos una conclusión común: objetivos lejos de ser alcanzados y necesidades vertiginosas.
Además, sean cuales sean las cifras, es esencial garantizar que la financiación de los objetivos climáticos no se realice a expensas de los objetivos de desarrollo, obligando a los países africanos a elegir entre el desarrollo de sus propios ciudadanos y la preservación del planeta. Luego, el informe examina las contribuciones financieras de los socios del continente.
Según el informe, la Ayuda Pública al Desarrollo (AOD) representa casi el 10% de los recursos financieros del continente. Pero la AOD de los donantes tradicionales sigue centrada en la salud y la educación, y en gran medida es condicional. Al mismo tiempo, el compromiso de los países no miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) aumenta periódicamente y está más en línea con la demanda.
El documento subraya que recurrir a la deuda no soluciona nada, sino todo lo contrario, ya que tanto la deuda pendiente como el servicio de la deuda se han triplicado desde 2009, y la creciente complejidad de su estructura vuelve ineficaces los mecanismos tradicionales de tratamiento. También son incapacitantes la evaluación del riesgo africano, las sobrecargas específicas del FMI y la existencia de “fondos inactivos” de ayuda.
El informe pide un cambio radical en el enfoque de la financiación de África. Enfatizando así la optimización de los recursos internos, la revisión de los mecanismos de deuda y una gobernanza más efectiva y transparente.
La Fundación Mo Ibrahim insta a los socios internacionales a pasar de una lógica de asistencia a una verdadera asociación basada en el intercambio de conocimientos y la alineación con las prioridades africanas.
Fundada en 2006, la Fundación Mo Ibrahim trabaja para fortalecer la voz de África frente a los desafíos globales, apoyando iniciativas para mejorar el liderazgo y la gobernanza en el continente.
Rama Diallo
LeFaso.net
