Desde los primeros minutos del debate, el presidente Biden pareció vacilante. Su voz era ronca y tartamudeaba. Para los demócratas, fue una gran decepción. Donald Trump, de 78 años, ataca periódicamente a Joe Biden, de 81 años, por su edad. Dice que es demasiado mayor para gobernar. El presidente Biden necesitaba dar la imagen de un hombre fuerte, todavía en forma y lleno de energía. Pero ese no fue el caso.
Donald Trump, por su parte, no causó sorpresas. Era como siempre: hacía muchas declaraciones falsas y alardeaba mucho. Todo ello en tono firme, sin titubeos.
¿Las apariencias son más importantes que las palabras?
Durante el debate del jueves, Donald Trump mintió repetidamente. Evitó responder preguntas importantes a pesar de que se las hacían repetidamente. También tiene muchos problemas con la ley. Es una persona muy controvertida que no duda en burlarse de la gente. Por ejemplo, a menudo se ríe de Joe Biden, que tartamudea desde la infancia.
El contraste entre la fragilidad del presidente Biden y la confianza de Donald Trump podría perjudicar al Partido Demócrata. Biden y Trump están igualados en las encuestas desde hace varios meses.
¿Y qué sigue?
El Partido Demócrata se reunirá a finales de agosto para confirmar la candidatura de Joe Biden. Analistas y periodistas creen que debería dimitir y ceder su puesto a otro candidato. ¿Pero cual? Es difícil decirlo ahora mismo. Es una historia a seguir.
Está previsto que se celebre un segundo debate el 10 de septiembre.
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