Se esperaba que el partido entre Fiorentina e Inter de Milán fuera la sorpresa de la decimocuarta jornada de la Serie A, el campeonato de fútbol italiano. Sólo duró dieciséis minutos, antes de ser interrumpido y luego aplazado por graves preocupaciones en torno a la salud de Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina de 22 años. Al cabo de un cuarto de hora de juego, el centrocampista se desplomó sobre el césped del estadio Artemio Franchi, visiblemente con convulsiones, según imágenes difundidas por televisión.
Los médicos del club de Florencia y luego los servicios de emergencia intervinieron rápidamente para atender a Bove, antes de que fuera trasladado al hospital. La escena dejó estupefacto a todo el estadio, cuando varios jugadores de la Fiorentina, algunos de los cuales formaron un cordón alrededor de su compañero mientras intervenían los servicios de emergencia, lloraban. Después de cinco minutos y de la evacuación del Bove, el árbitro del partido, Daniele Doveri, envió a todos los jugadores al vestuario.
Unos veinte minutos después de la interrupción del partido, la Serie A anunció en un comunicado de prensa que el partido no se reanudaría y que sería pospuesto. El estado de salud de Bove, aspirante internacional de la Nazionale y cedido esta temporada a la Fiorentina por la AS Roma, sigue siendo incierto en estos momentos.
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