La policía sueca anunció el jueves que investigaría un posible vínculo entre tres muertes de personas que trabajaban en la primera planta del fabricante de baterías eléctricas Northvolt en el norte de Suecia.
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Un hombre de 33 años, que trabajaba como técnico de suelos en “Northvolt Ett”, la “gigafábrica” actualmente en construcción en Skelleftea, fue encontrado muerto el 5 de enero en su cama, según informaron los medios suecos.
Al mes siguiente, el 22 de febrero, un hombre de 19 años también murió mientras dormía, al día siguiente de su turno de trabajo.
La policía abrió dos investigaciones separadas en ese momento y concluyó que las muertes no estaban relacionadas entre sí ni con su lugar de trabajo.
El cuerpo sin vida de un tercer empleado, de 59 años, fue descubierto en su casa el 5 de junio, según informaron medios suecos.
La causa de estas tres muertes no pudo determinarse durante el examen forense, afirmó el jueves la policía, que no sospecha de actos delictivos.
Las dos investigaciones anteriores han sido reabiertas y una tercera está en curso. La policía añade que examinará si existe “un posible vínculo” entre las tres muertes.
“Estas personas trabajaban en el mismo lugar de trabajo” y este elemento ahora será tenido en cuenta por la policía. “Una de las personas pudo haber estado expuesta a alguna sustancia (…). La policía investigará esto más de cerca”, dijo, refiriéndose a la muerte más reciente.
Se trata de una “trágica coincidencia”, afirmó Northvolt a la AFP. Este grupo asegura que según sus propias investigaciones no se produjo ningún accidente y los empleados no estuvieron expuestos a sustancias tóxicas.
A raíz de estas muertes, el fabricante de automóviles Toyota ha decidido suspender el trabajo de sus técnicos de servicio en la planta de Skelleftea, en un comunicado a la revista especializada Dagens Arbete.
“Es terrible que tres personas hayan muerto después de su trabajo. Ahora es muy importante aclarar lo sucedido”, respondió a la agencia TT la viceministra de Empleo, Paulina Brandberg.
Northvolt es una de las grandes esperanzas europeas en materia de baterías en un momento en el que el Viejo Continente intenta alcanzar a los gigantes asiáticos y americanos en esta producción fundamental para la transición de la industria del automóvil.
